Tápers de plástico: Conozca los 5 alimentos que jamás deberían estar en contacto con plástico

Los recipientes de plástico se han convertido en elementos omnipresentes en nuestra vida diaria, utilizados durante años para almacenar, transportar y contener una amplia gama de productos. En la cocina, especialmente, estos recipientes, conocidos comúnmente como táper o túper, son de gran utilidad. No solo sirven para guardar alimentos frescos o sobras de platos cocinados, sino que también son aliados indispensables en la tendencia actual del batch cooking, facilitando la organización de comidas para varios días.

Sin embargo, es crucial tener en cuenta que no todos los alimentos deben ser almacenados en estos recipientes de plástico, o al menos, se deben manipular con precaución. Aunque estos tápers son convenientes y prácticos, algunos alimentos pueden interactuar negativamente con el plástico, comprometiendo la calidad de los alimentos o incluso resultando en riesgos para la salud. Por lo tanto, es fundamental estar informado sobre qué alimentos son seguros para almacenar en recipientes de plástico y cuáles deberían ser evitados o manipulados de manera diferente para garantizar la seguridad alimentaria y la salud a largo plazo.

Según el medio de comunicación El Levante, en las últimas décadas, el uso de tápers de plástico ha experimentado un aumento notable, generando diversas preocupaciones y debates en torno a su impacto ambiental y su sostenibilidad.

Aunque los recipientes de plástico son conocidos por su ligereza, durabilidad y versatilidad, también plantean preocupaciones ambientales significativas. Algunos tipos de plástico son difíciles de reciclar y pueden tardar siglos en descomponerse en el medio ambiente. Esta situación, junto con la creciente contaminación plástica en los océanos, representa un problema global de proporciones enormes que afecta negativamente a la vida marina y los ecosistemas naturales.

La creciente conciencia ambiental se combina con la preocupación por la salud de los consumidores. La presencia omnipresente de microplásticos y la capacidad de transferencia de olores y sabores que el plástico facilita, hacen que almacenar ciertos alimentos en tápers sea desaconsejable. Por esta razón, el uso de recipientes de cristal en la cocina está ganando cada vez más popularidad.

1. Los alimentos grasos o aceitosos, como sopas cremosas, guisos grasos o salsas con alto contenido de aceite, tienen el potencial de hacer que ciertos tipos de plástico se vuelvan quebradizos con el tiempo. Esto ocurre debido a la interacción entre las grasas y ciertos tipos de plástico, lo que provoca su degradación.

2. Los tomates y los alimentos derivados de ellos, al ser ácidos, pueden provocar la liberación de compuestos químicos de ciertos tipos de plástico, especialmente cuando se calientan.

3. Alimentos picantes o altamente condimentados pueden dejar olores y sabores intensos que ciertos tipos de plástico pueden absorber o retener.

4. Evitar alimentos calientes, algunos alimentos pueden liberar gases durante su almacenamiento prolongado, lo que podría provocar que los recipientes se hinchen. Este fenómeno es especialmente común en alimentos fermentados.