Por: Redacción Vida y Estilo • Colombia.com

Cuaresma: oración de purificación para pedir perdón por todos tus pecados

Hoy te enseñamos una poderosa oración de purificación, con la que puedes pedir perdón y limpiar tu alma y corazón de todos los pecados que has cometido.

Oración de purificación: así puedes pedir perdón por todos tus pecados. Foto: Shutterstock
Oración de purificación: así puedes pedir perdón por todos tus pecados. Foto: Shutterstock

Hoy te enseñamos una poderosa oración de purificación, con la que puedes pedir perdón y limpiar tu alma y corazón de todos los pecados que has cometido.

El tiempo de Cuaresma cobra una gran relevancia en la religión católica, pues es el momento en el que se reflexiona y busca apoyo en la oración, sobre el amor que le hemos demostrado a Dios y nuestros comportamientos con el prójimo y con nosotros mismos; es por esta razón que se hace tan relevante vivir estos 40 días de forma consciente y aprovecharlos de la mejor manera enmendar nuestros errores.

Teniendo en cuenta esto, puedes realizar durante este periodo de tiempo oraciones que te ayuden, no solo a fortalecer la fe, sino a arrepentirte de tus pecados y conseguir la purificación de tu alma; hoy te enseñamos una poderosa plegaria para ello, compartida por el portal ‘Luces para el camino’.

Oración para pedir perdón por tus pecados

Señor, hoy vengo a tu presencia, humilde y contrito, como el leproso del Evangelio, a pedirte de rodillas, con toda la fe de la que soy capaz, que limpies mi corazón y mi vida de todos los pecados que he cometido a lo largo de mis años.

Límpiame, Señor, purifícame, perdóname, sáname, con tu amor compasivo y misericordioso; y sana también las heridas que he causado, con mi comportamiento equivocado, en el corazón y la vida de las personas que Tú mismo, en tu infinita bondad, pusiste a mi lado.

Límpiame, Señor… Purifícame… Sáname… De toda vanidad, de toda soberbia, de todo egoísmo, que cierran mi corazón y mi vida a Ti y a los demás. Límpiame, Señor… Purifícame… Sáname… De todo odio, de todo resentimiento, de toda violencia, que me destruyen por dentro, casi sin que yo mismo me dé cuenta.

Límpiame, Señor… Purifícame… Sáname… también de toda mentira, de toda maledicencia, de toda hipocresía, que interfieren gravemente en mi relación Contigo y con las personas que me rodean y me necesitan.

Límpiame, Señor… Purifícame… Sáname… De toda injusticia, de toda codicia, de toda impureza que ofende gravemente mi dignidad personal, y la dignidad de aquellos con quienes me relaciono. Límpiame, Señor… Purifícame… Sáname… De todo mal pensamiento, de todo mal sentimiento, de toda palabra dañina, de toda acción ofensiva, de toda omisión injusta y destructiva.

Dame, Señor, un corazón nuevo. Un corazón manso y humilde como el tuyo. Un corazón libre y abierto, capaz de desprenderse de sí mismo y de sus propias deseos, y amar sin condiciones a todos los hombres y mujeres del mundo, cercanos y lejanos.

Dame, Señor, un corazón limpio, purificado por tu amor y tu gracia. Un corazón sano y fuerte, que luche con valor y alegría contra el mal y el pecado que me dañan por dentro y me alejan de tu amor y tu bondad, tu gracia y tu bendición. Límpiame, Señor… Purifícame… Sáname… Perdóname… como sólo Tú sabes hacerlo. Amén.