Enfermedades autoinmunes: Descubren el motivo detrás de que las mujeres sean más propensas

El sexo biológico, el papel que desempeña el género y las hormonas sexuales afectan cómo una persona puede enfermarse, cómo su cuerpo responde a la enfermedad y al tratamiento, e incluso cómo responde a las vacunas. Estas diferencias significan que, por lo general, las mujeres tienen un sistema inmunológico más fuerte y efectivo que los hombres. Por eso, las mujeres tienden a tener infecciones más leves, pero también pueden ser más propensas a desarrollar enfermedades autoinmunes o inflamatorias como el lupus o la artritis reumatoide.

Según información tomada del portal médico clinicbarcelona.org el sistema inmunitario es como el ejército del cuerpo, protegiéndolo contra infecciones y cosas que puedan dañarlo. Aunque tanto los hombres como las mujeres tienen sistemas inmunitarios, el de las mujeres es más fuerte. Esto significa que las mujeres tienen una mejor respuesta a las enfermedades y pueden luchar contra ellas más eficazmente. 

También responden mejor a las vacunas. Por ejemplo, durante la pandemia de COVID-19, los hombres, especialmente los menores de 60 años, fueron más afectados por la enfermedad que las mujeres, incluso cuando ambos tenían igual acceso a la atención médica. Sin embargo, esta fuerte respuesta también hace que las mujeres sean más propensas a tener enfermedades autoinmunes o inflamatorias como el lupus o la artritis reumatoide. De hecho, el 80% de estas enfermedades ocurren en mujeres. En estas enfermedades, el sistema inmunitario se descontrola y comienza a atacar al propio cuerpo, lo que causa daño e inflamación.

Otro factor clave es cómo se expresan las hormonas sexuales en hombres y mujeres. Se ha notado que estas hormonas tienen un impacto en la regulación del sistema inmunológico. Por ejemplo, la testosterona tiene un efecto inmunosupresor, lo que significa que reduce la producción de ciertas células del sistema inmunológico. Esto hace que los hombres, que tienen niveles más altos de testosterona, sean más susceptibles a ciertas infecciones.

Además, el contexto social sí importa, porque las actividades laborales y recreativas relacionadas con el sexo pueden influir en la exposición a agentes patógenos. Por ejemplo, las mujeres, al asumir a menudo roles de cuidadoras, están más expuestas a infecciones infantiles. Por otro lado, ciertas ocupaciones como la minería, que es más común entre los hombres, pueden aumentar el riesgo de enfermedades pulmonares como la silicosis.