Niña contrajo bacteria en piscina de Santa Marta que la llevó a la muerte

Habitantes de Santa Marta y otras ciudades costeras del país se encuentran conmocionados tras darse a conocer la noticia de la muerte de una menor de 10 años, luego de regresar de un viaje en el que contrajo una peligrosa bacteria. 

Se trata de Stefanía Villamizar, oriunda de Bucaramanga, Santander, una niña llena de vida cuyos planes se vieron truncados cuando comenzó a padecer síntomas muy extraños el pasado 4 de julio como dolor intenso en uno de sus oídos, fiebre y vómitos. Síntomas que inicialmente fueron tratados como signos de otitis.

Con el paso de los días, y al ver que la menor no mostraba mejoría al cabo de 3 semanas de tratamiento, la madre, Tatiana González, la llevó nuevamente al hospital porque comenzó a convulsionar de forma repentina, hecho que le generó mucho temor e incertidumbre. 

Según el testimonio de la madre de la pequeña en entrevista para la revista Semana, la mañana antes de las convulsiones Stefanía despertó con muchas molestias, no toleraba la luz y le costaba levantarse de la cama.

Cuando los médicos analizaron la situación se dieron cuenta de que se trataba de algo mucho más grave que una simple otitis; sin embargo, no lograron dar con un diagnóstico adecuado. 

Lamentable, al cabo de 24 días internada en la clínica la menor falleció. Según el reporte médico, dos días antes del deceso le habían detectado muerte cerebral. Su familia quedó completamente devastada.

El informe de la clínica señaló que la causa del fallecimiento se debió a una meningitis. No obstante, el caso resultó tan extraño que el Instituto Nacional de Salud solicitó un informe más amplio sobre las causas que llevaron al deceso de Stefanía.

Un mes después del fallecimiento, se determinó por medio de una necropsia que la niña falleció debido a una encefalitis causada por una bacteria o protozoo ameboflagelado, perteneciente al filo Percolozoa que, al parecer, contrajo en una piscina de Santa Marta, así lo indicó el científico William Contreras, quien participó en la investigación y entregó detalles sobre la sorprendente conclusión al medio citado.

“Es un parásito que, debido a las altas temperaturas y aguas estancadas, puede vivir en áreas como piscinas o jacuzzis y se alimenta del cerebro. Los síntomas comienzan con fiebre leve y malestar general y algunas veces rinitis; ocurre, principalmente, en individuos sanos”, explicó. 

Por lo general, este tipo de parásitos se contraen a través de la nariz. Pero lo más grave es que actualmente en Colombia no existe un tratamiento efectivo para contrarrestar la infección, por lo que la probabilidad de mortalidad por esta causa es del 95%.