Transporte público en Bogotá sigue sumido en el caos

El transporte público en Bogotá siguió este martes, por segundo día consecutivo, sumido en el caos por la huelga que iniciaron empresarios del sector, debido a diferencias económicas en un plan de reorganización de la movilización en la capital colombiana, donde se registran enfrentamientos con la policía.

El alcalde de Bogotá, Samuel Moreno, les recordó a los líderes de las protestas que las puertas del diálogo están abiertas, pero que no va a ceder a sus presiones, que han afectado a millones de personas.

"No podemos ceder a las presiones, ni mucho menos permitir que millones de personas, desafortunadamente, se vean afectadas por la actitud intransigente de estas personas", afirmó.

Cientos de personas se enfrentaron en diversos puntos de la capital con la policía, que intentaba impedir que los automóviles privados y los autobuses del sistema articulado de transporte TransMilenio que se movilizaban por las vías fueran atacados con piedras.

"¿Usted cree que una persona que coge a piedra una ruta alimentadora de TransMilenio tiene algo que ver con este tema del paro? Eso es total y absolutamente inaceptable. Ya hay personas judicializadas", dijo Moreno, al señalar que desde ayer hay por lo menos 33 capturados por los desórdenes.

Los taxistas se unieron de manera parcial este martes a la huelga y piden que les sean condonadas las deudas que tienen por multas causadas por infracciones de tránsito.

"En estos momentos, agentes de tránsito trabajan arduamente para evitar bloqueos por parte de algunos taxistas, que tratan, desde tempranas horas, de alterar la normalidad en la ciudad", informó la Policía Metropolitana de Bogotá.

Los taxistas critican el incumplimiento por parte de la Administración de la capital de los convenios suscritos anteriormente sobre multas.

Además, rechazan el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) porque incluye una reducción sustancial del parque automotor del transporte público, lo que incluye a los taxis.

El SIPT, que promueven las autoridades locales, busca reorganizar el desordenado servicio de movilización ciudadana en Bogotá (rutas, tarifas, frecuencias, paradas, etc.), e incluye modos complementarios de traslado como los trenes de cercanías y un futuro metro.

La huelga iniciada desde el lunes por pequeños transportadores paralizó la ciudad, colapsó el sistema de transporte TransMilenio, redujo las ventas del comercio a la mitad, terminó con 33 detenidos, miles de personas sin movilizarse y decenas de autobuses y vehículos apedreados.

Al paro se sumaron este martes, con menor afectación, transportistas de las ciudades de Cali, Barranquilla y Pereira.


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