Petro 'encendió' fenómeno paramilitar

Política - Martes, 17 / Abr / 2007
 
Colombia.com
El presidente, Álvaro Uribe, aprobó en el pasado la creación de un "cooperativa de seguridad" a Salvatore Mancuso, el ahora desmovilizado jefe máximo de la organización paramilitar AUC, denunció el senador izquierdista Gustavo Petro durante el debate sobre paramilitarismo en Antioquia.

El legislador dijo que la de Mancuso fue una de las 82 "Convivir", como se conocieron en el país este tipo de escuadrones privados, que Uribe autorizó de 1995 a 1997, cuando el actual jefe del Estado ejercía como gobernador de Antioquia (noroeste).

Esas "Convivir" contaron con 4.118 miembros, precisó Petro ante un pleno del Senado reunido para un debate sobre el paramilitarismo en ese departamento por iniciativa de él, quien se propuso desvelar los supuestos nexos con la ultraderecha de casi 2.000 personas, muchas de ellas políticos de la misma región.


Los ministros del Interior y de Justicia, Carlos Holguín, y de Transporte, Andrés Uriel Gallego, concurrieron al Legislativo en representación del gobierno de Uribe, cuya familia también ha sido implicada por el congresista con grupos paramilitares.

Petro dijo que el escuadrón privado de Mancuso se conoció como Horizontes y que, como los demás, explican "el crecimiento enorme del paramilitarismo" que se registró en Antioquia y otras regiones del país.

Las "Convivir" tuvieron vinculación con grandes narcotraficantes y también contaron con la presunta colaboración de efectivos de la Fuerza Pública, sostuvo el senador, líder en el Senado del Polo Democrático Alternativo (PDA).

Según él, "los militares y el narcotráfico propiciaron la creación del paramilitarismo para que se custodiaran las tierras del Magdalena Medio y el Urabá antioqueño, y las pistas que servían para sacar diariamente 20 ó 30 vuelos con coca".

Con base en testimonios judiciales y otras pruebas, Petro advirtió que oficiales militares y policiales mantuvieron relaciones con los desaparecidos jefes mafiosos Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez, del antiguo cártel de Medellín.

El senador sostuvo que el actual comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, el general Daniel Castiblanco, visitó en alguna ocasión a Escobar en la hacienda Nápoles, emblemática propiedad del narcotraficante.

Asimismo, aseguró que tropas del Ejército acampaban en predios rurales de Rodríguez, y resaltó que las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) pudieron ejecutar muchas matanzas con la complicidad de esa fuerza.

Petro sostuvo que el asesinato en 1989 de Luis Carlos Galán, quien por entonces promovía su candidatura presidencial, se derivó de una alianza de las AUC, narcotraficantes y "militares anticomunistas".

"En las condiciones colombianas, armar sectores de la sociedad para controlar a los demás no garantiza la seguridad ciudadana, sino la mafiosa", apuntó el congresista, antiguo rebelde del disuelto Movimiento 19 de Abril (M-19).

La sesión parlamentaria sobre el paramilitarismo en Antioquia despertó una gran expectación en todo el país, por tratarse de la región natal de Uribe y por remontarse a los años en los que el presidente ejerció allí como gobernador.

El debate estuvo antecedido por nuevas decisiones de la Corte Suprema de Justicia, que amplió a ese departamento la investigación del llamado escándalo de la "parapolítica", de presuntos nexos de políticos con las AUC.

La Corte Suprema ha ordenado la detención, desde el pasado noviembre, de nueve congresistas, todos ellos de la coalición afín a Uribe.

Entre ellos está el senador Álvaro Araújo, hermano de la ex ministra de Relaciones Exteriores María Consuelo Araújo, quien renunció al gabinete de Uribe el pasado febrero en medio del escándalo.

La causa del alto tribunal tiene como testigos a varios ex jefes de las AUC, incluido Mancuso, recluido en una cárcel de seguridad cercana a Medellín junto a otros 58 antiguos mandos de la organización.

Todos ellos se desmovilizaron dentro de un proceso de paz con el Ejecutivo que comenzó en diciembre de 2002 y que terminó a mediados de 2006, con el desarme de unos 31.000 ultraderechistas.

Con información de EFE

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