Clara Rojas dice que las FARC debe definir si asume responsabilidades

La exsecuestrada Clara Rojas explicó en una conferencia celebrada en la Oficina de Washington para América Latina que ha llegado "la hora de la verdad" en las conversaciones con la guerrilla.

"Estas semanas que vienen van a ser muy importantes para el proceso en Colombia", aseguró Rojas, en referencia a los asuntos relativos a la justicia transicional y las víctimas, objeto ahora de las negociaciones.

"Estamos a la espera de cuál será la posición definitiva que también tomen las partes en la mesa, por eso les digo que estamos en el momento crítico del proceso, es el momento de la verdad, de las definiciones, hasta dónde las FARC quieren asumir alguna responsabilidad cuando, hasta ahora, no lo han hecho", subrayó.

La legisladora explicó que, a pesar de que la guerrilla se ha opuesto a hacer algún reconocimiento a las víctimas, lo interpreta como un factor negociador, y se mostró confiada en que más adelante logren un punto intermedio y puedan hacer "algunos sacrificios" para que pueda lograrse la paz.

"Si están dispuestos aceptar algún tipo de responsabilidad, es momento de decirlo. Si definitivamente no están dispuestos a hacerlo, como de alguna manera lo insinuó Iván Márquez el fin de semana, (...) pues le toca al Gobierno decidir si acepta o se le para de la mesa", sentenció.

El Gobierno colombiano y las FARC desarrollan actualmente el ciclo 34 de los diálogos de paz en La Habana con la expectativa de avanzar en los temas de reparación de las víctimas y el fin del conflicto.

En paralelo a la mesa de diálogos, funciona la subcomisión de fin del conflicto, con el objetivo de diseñar propuestas sobre espinosos temas como el final de las hostilidades y la entrega de las armas.

"Yo firmaría la paz hoy", dijo, pero en términos realistas se mostró "esperanzada" de que este año se culminen las negociaciones y los colombianos puedan votar en referendo los acuerdos el año próximo.

No obstante, la congresista por el Partido Liberal advirtió de que el mayor desafío para el país vendrá en caso de que, finalmente, se firmen los acuerdos y todos aquellos desmovilizados de la guerrilla puedan incorporarse a la vida civil.

"El desafío es que en Colombia no nos ocurra como pasó de alguna manera en Guatemala, en Nicaragua o El Salvador, donde los niveles de violencia una vez firmado el proceso de paz subieron porque la gente no estaba capacitada y no había opciones de trabajo", aseveró.

El proceso de paz colombiano arrancó en noviembre de 2012 y tiene su sede permanente en La Habana, donde las partes ya han logrado avances en temas como tierras, participación política y drogas ilícitas. EFE