Brasil supera su propio récord de fallecimientos diarios por la COVID-19

La situación de la COVID-19 en Brasil es dramática porque la cifra de fallecimientos diarios por esta causa va en aumento, y ante el elevado número de decesos de los últimos días con registros preocupantes, en el último día volvieron a aumentar superando lo que se suponía era todo un récord.

En las últimas 24 horas el país más grande de América del sur registró 4.249 muertes en un día superando el registro más alto que era de 4.200 allí, lo peor es que las autoridades esperan que esos números sean más grandes debido a que en la temporada de Semana Santa, miles de brasileros salieron de viaje.

Los entierros masivos son una triste costumbre obligada por la situación, que pone nuevamente en discusión a la administración del presidente Jair Bolsonaro, a quien se acusa de no prestar la debida atención a la emergencia sanitaria.

Brasil acumula más de 350.000 personas fallecidas por la COVID-19 posicionándose como la segunda nación con más decesos por la pandemia y el colapso de las instituciones médicas es enorme, las personas mueren esperando atención en clínicas y hospitales, una situación horripilante.

El primer mandatario de los brasileros continúa renuente a decretar confinamientos con el argumento de que esto afectaría gravemente a la economía, de por sí bastante afectada por la emergencia ocasionada por la pandemia, pero esto no es lo más grave, el mismo Jair Bolsonaro ha tratado de revertir algunas medidas impuestas por mandatarios locales.

En una charla con sus simpatizantes, Bolsonaro dijo que las medidas de confinamiento fomentan el desempleo y además estaban relacionadas con casos de obesidad y depresión.

Durante el mes de marzo en Brasil se produjeron 66.570 muertes, más del doble del mes anterior y las cifras siguen en aumento, todo esto en medio de determinaciones flexibles en medio de la crisis.

Los alcaldes y gobernadores ven preocupados que las medidas de distanciamiento que se adoptan son tomadas con un carácter político debido a que los partidarios de Jair Bolsonaro se encargan de sabotearlas.