Edmundo González se refugia en España: un nuevo frente contra Maduro

El opositor venezolano Edmundo González Urrutia ha llegado a España en un avión de las Fuerzas Aéreas Españolas, aterrizando en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz en Madrid.

La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, anunció el sábado en su cuenta de Instagram que González había abandonado Venezuela tras haberse refugiado en la embajada española en Caracas y solicitar asilo político.

Según el comunicado de Rodríguez, Venezuela otorgó salvoconductos a González, afirmando que esto refleja el respeto de la nación por el Derecho Internacional y la búsqueda de paz política.

María Corina Machado, quien lideraba la oposición antes de ser inhabilitada, ha declarado que continuará luchando dentro de Venezuela mientras González lo hará desde el extranjero, en apoyo a la diáspora venezolana. A través de su cuenta en la plataforma X, Machado reafirmó su compromiso con la lucha política interna, mientras que González mantendrá su activismo desde fuera del país.

Mientras tanto, en Caracas, las fuerzas de seguridad venezolanas rodean la embajada argentina, actualmente bajo protección brasileña, donde se encuentran seis opositores. La embajada sufrió la interrupción de su servicio eléctrico, lo que ha generado tensiones adicionales. Estos opositores, todos colaboradores cercanos de Machado, siguen resistiendo en medio de una creciente crisis política.

Esta crisis estalló después de las elecciones del 28 de julio, cuando el ente electoral proclamó a Nicolás Maduro como ganador, aunque la oposición sostiene que González Urrutia obtuvo la victoria, basándose en supuestas copias de actas electorales que el gobierno de Maduro ha calificado como falsas.

La salida de González de Venezuela ocurre tras la orden de arresto en su contra por no comparecer ante la Fiscalía, siendo acusado de varios delitos, entre ellos usurpación de funciones, falsificación de documentos y conspiración. Aunque Maduro sugirió que González planeaba ir a Miami, su destino final fue España.

Expertos y analistas internacionales esperan que este movimiento realmente resulte como un empujón anímico para la diáspora venezolana y no como una 'bajada de brazos' por parte de la oposición en su denuncia de fraude electoral en Venezuela.