Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

El hueco, el comienzo o también el final para todos los que buscan el sueño americano

Aquellos migrantes ilegales que desean llegar a los Estados Unidos se ven obligados a hacerlo a través de ‘El Hueco’ pagando los servicios de ‘coyotes’, quienes en muchas ocasiones abandonan, roban, violan y asesinan a sus ‘clientes’.

Los coyotes son los encargados de ingresar a los ilegales a los Estados Unidos desde México. Foto: Twitter @EdwardHolfman
Los coyotes son los encargados de ingresar a los ilegales a los Estados Unidos desde México. Foto: Twitter @EdwardHolfman

Aquellos migrantes ilegales que desean llegar a los Estados Unidos se ven obligados a hacerlo a través de ‘El Hueco’ pagando los servicios de ‘coyotes’, quienes en muchas ocasiones abandonan, roban, violan y asesinan a sus ‘clientes’.

El sueño americano con que muchos latinos han anhelado puede convertirse en una pesadilla cuando para alcanzarlo hay que vivir más que una osadía, también hay que experimentar el infierno, así lo han relatado algunos de los que han logrado llegar a los Estados Unidos para vivir allí como ilegales y también por quienes han sido deportados a sus países de origen.

La inmigración ilegal hacia los Estados Unidos no se detiene, a pesar de que los controles y la vigilancia de las autoridades norteamericanas es más numerosa y permanente, así como de los relatos que frecuentemente difunden los medios sobre tristes historias de personas que pierden la vida intentando cruzar ilegalmente desde México.

Los coyotes, polleros o traficantes ilegales cobran elevadas sumas de dinero, aunque en muchas ocasiones estos roban el dinero a los migrantes ilegales y los abandonan a su suerte en los desiertos de Texas y Arizona, o incluso en el de Sonora en México, así le sucedió a un joven caleño que desesperado por su situación económica y la de su familia se aventuró a llegar a Estados Unidos por el Hueco y perdió la vida.

Las historias de quienes no logran pasar por el Hueco son más conocidas que aquellas que cuentan los que sí pueden pasar, y las hay verdaderamente aterradoras, como aquellas en donde hombres y mujeres dejan a sus pequeños al cuidado de coyotes arriesgándose a las redes de tráfico.

Los coyotes cobran en dinero o con el cuerpo, han sido muchas las mujeres que han sido abusadas sexualmente como forma de pago por la supuesta ayuda para pasar escondidos en compartimentos en camiones o en autos, porque atravesar el desierto no solo es casi imposible por la vigilancia de los agentes de migración, sino por las inhóspitas condiciones del lugar.

Muchos de los que intentan viajar a los Estados Unidos a través del Hueco provienen de Guatemala en viaje por tierra, pero muchos latinos que pueden hacerlo viajan también por tierra o toman un avión hasta México y allí establecen contacto con los coyotes con los que negocian su entrada a los Estados Unidos.

Capurganá en Colombia también se está convirtiendo en un nuevo Hueco, solo que bastante retirado de los Estados Unidos, desde allí ingresan ilegales de África, Haití, Venezuela y Cuba, mayoritariamente, que se arriesgan a cruzar la espesa selva del Darién en un recorrido por toda Centroamérica hasta llegar a México, y a través del Hueco mexicano, intentar dar el último paso hacia la conquista de una odisea, la cual puede ser un auténtico infierno.