Estampida en Israel deja 45 víctimas durante peregrinación

Como si las malas noticias sobre decesos y contagios no fueran suficientes, en el mundo se siguen presentando hechos que producen inmenso dolor, la pandemia no ha logrado impedir la violencia en cada rincón del planeta, pero los desafortunados sucesos como accidentes, también se presentan con frecuencia.

Israel y la comunidad judía lamentan el fallecimiento de 45 personas durante un festival religioso en el que se produjo una estampida que causó, a parte de las personas muertas, más de un centenar de heridos, decenas de los cuales se encuentran en grave condición.

La fiesta religiosa de Lag Ba´omer en la ciudad de Merón congregó a miles de fieles judíos que año tras año se dirigen a esta ciudad para participar de diversos actos religiosos, que desde la pandemia se decretó ha sido el evento más concurrido en la temporada, alentado especialmente porque en Israel la mitad de la población ya recibió la vacuna contra la COVID-19 y los eventos masivos ya se comienzan a registrar.

Fuentes policiales indicaron que el suceso se presentó en medio de una marea humana que se movía hacia un lugar de concentración, algunos tropezaron con los escalones y cayeron, esto produjo inmediatamente una estampida en la que la mayoría de los fallecidos perecieron pisoteados por los demás.

El presidente de Israel, Benjamín Netanyahu calificó el hecho como un “gran desastre” y afirmó encontrarse orando por todas las víctimas, algunos presentes en el momento de la estampida dijeron a medios periodísticos que todo se produjo en cuestión de segundos, y en ellos, parecía como si una gran ola humana lo sacudiera todo, enviaba personas por los aires y otros eran aplastados en el suelo.

La tragedia se hizo más dramática teniendo en cuenta que se produjo en un lugar muy estrecho, que en el momento era transitado por más de mil personas, todos apiñados y sin oportunidad ni espacio para salir y ponerse a salvo.

Esta celebración religiosa que terminó en tragedia se celebra como homenaje al rabí Shimon bar Yojai y los peregrinos de todo Israel viajan hasta Merón para visitar su tumba.