Florida paraliza su economía debido a la ley antiinmigración del gobernador DeSantis

El sueño americano de muchos latinoamericanos no significa necesariamente la oportunidad de un futuro promisorio en los Estados Unidos, muchas veces solo es una oportunidad para trabajar ganando un poco más que en sus países de origen, haciendo inmensos sacrificios y resistiendo la xenofobia y la persecución.

Florida, el estado del sol en la Unión americana y uno de los más apetecidos destinos de los latinos por su ambiente caluroso, y porque gran parte de su población es de origen latino, y, por lo tanto, se habla español, ha dejado de ser la tierra de promisión para convertirse en una pesadilla.

El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, firmó una ley que establece duras condiciones para las personas indocumentadas en el estado, en su mayoría de origen latino, o hispano, como suelen decir los estadounidenses, y estas consisten en persecución y deportaciones masivas, pero también prohibiciones para trabajar y sanciones y multas para aquellos que les brinden trabajo, de igual manera para quienes los transporten en sus vehículos.

La ley de DeSantis ha sido calificada como xenofóbica y racista, y busca ‘limpiar’ de latinos sin papeles el estado de Florida, que irónicamente tiene un nombre en idioma español al ser descubierta y fundada por conquistadores españoles.

En Florida la principal fuerza laboral la componen los latinos, son ellos quienes se encargan de los trabajos más pesados y necesarios como la construcción, la agricultura y la hostelería, renglones claves dentro de la economía del estado ubicado al norte de la isla de Cuba.

Un trabajo que no todos quieren hacer

Los estadounidenses no quieren realizar los trabajos que en más de 50 años han realizado los inmigrantes latinos, gran parte de ellos indocumentados, y la principal razón es que la paga es más baja por su condición irregular.

La ley promulgada por Ron DeSantis obliga a las empresas con más de 25 trabajadores a verificar el estatus legal de quienes la componen, so pena de duras sanciones legales y económicas, esto ha hecho que muchas compañías y asociaciones laborales desistan de mantener vínculos con empleados provenientes de América Latina en condición irregular y de informar a las autoridades sobre ellos.

La ley de DeSantis etiqueta a los indocumentados como criminales y varios vuelos se producen al día entre Florida y diversos países latinos en los que indocumentados, muchos con años viviendo en Florida y con propiedades y familias establecidas, son enviados a sus países de origen sin ningún tipo de reconocimiento.

En los videos difundidos por las redes sociales en los últimos días se aprecia y denuncia la parálisis que vive el estado de Florida por cuenta de la ley contra los migrantes; calles y barrios vacíos cuando antes estaban copados de latinos trabajando y realizando las labores que los estadounidenses y otros ciudadanos de diverso origen en este país no quieren realizar.