Por: Sergio Gil, con información de EFE • Colombia.com

Haití: Fuertes protestas durante el funeral del presidente Jovenel Moise

Jovenel Moise fue sepultado este viernes en su ciudad natal, Cap-Haitien, en el norte del empobrecido país.

Personas armaron barricadas durante el funeral de Jovenel Moise. Foto: EFE
Personas armaron barricadas durante el funeral de Jovenel Moise. Foto: EFE

Jovenel Moise fue sepultado este viernes en su ciudad natal, Cap-Haitien, en el norte del empobrecido país.

El presidente de Haití, Jovenel Moise, asesinado el 7 de julio por un grupo armado en su residencia privada de Puerto Príncipe, tuvo su funeral este 23 de julio.

El sepelio tuvo lugar después de una misa y una ceremonia en los jardines de la Habitation Village SOS, residencia privada de la familia Moise a las afueras de Cap-Haitien, a la que asistieron la primera dama, Martine Moise, quien resultó herida en el ataque, los hijos de la pareja, el primer ministro, Ariel Henry, funcionarios, allegados y simpatizantes de Jovenel Moise.

El presidente fue asesinado a tiros en su residencia en Puerto Príncipe en la madrugada del 7 de julio, en un ataque de un comando armado integrado por exmilitares colombianos que accedió a la vivienda presidencial sin hallar resistencia por parte de los guardias que deberían haber protegido la vida del presidente.

Protestas durante el funeral del asesinado presidente haitiano

El lugar donde se celebró el funeral se vio asediado por protestas con quema de barricadas que llevaron a la Policía Nacional a disparar munición y gases lacrimógenos.

Durante la homilía por Moise, se sintieron los gases en el punto en el que se celebraban las exequias, que dista unos 500 metros de la entrada de la residencia familiar que ha dado acogida al funeral.

También se escucharon tiros, mucho más evidentes al concluir el acto, en ráfagas de no menos de seis disparos cada vez, que la Policía hacía para abrir paso a las numerosas comitivas que salían de la finca.

La carretera a Cap-Haitien estaba bloqueada y era necesario tomar el camino hacia la capital para poder avanzar hacia la ciudad en un recorrido en el que los disparos no dejaban de sonar al paso de los vehículos, haciéndose muy patente el olor a pólvora.

El foco de la tensión en esta jornada se concentró en las inmediaciones del punto donde se desarrollaba la ceremonia, mientras que la ciudad permanecía en calma, después de que el jueves las calles de Cap-Haitien quedaran bloqueadas por barricadas en llamas que ardían por toda la ciudad.