“Murió por cuidar de imbéciles”: mensaje del hermano de un médico muerto por la COVID-19

En estos meses que ya se convirtieron en más de un año, las publicaciones que muestran a personas intubadas en una cama de una unidad de cuidado intensivo no son extrañas, pero lo que sí lo resulta, es el hecho de que conociéndose la letalidad de la COVID-19, muchos sigan sin darle la importancia y sigan la vida exponiéndola fácilmente por no acatar las recomendaciones.

En América Latina los casos de la COVID-19 se han incrementado, especialmente después de la Semana Santa, una fecha que por tradición se toma como vacaciones, y que, a pesar de la dura realidad de contagios y muertes, no evitó que muchos viajaran a lugares de veraneo para disfrutar como no hubiese una pandemia real y mortífera.

La falta de conciencia de muchos es justamente la causante del aumento en los casos de contagiados por la COVID-19, pues estos no solo exponen su vida, sino que lo hacen con la de sus familias y más cercanos, porque muchos de quienes se mueven sin precauciones y salen a fiestas o a viajes de placer, regresan para contagiar a otros, infortunadamente en muchos casos con resultados trágicos.

El cuerpo médico ha sido el soporte de los enfermos de la COVID-19, pero también conforma un abnegado, ético y profesional grupo de personas que con conocimiento y mucho corazón expone su vida cada día en beneficio de los demás.

En Honduras, un hombre recordó a su hermano médico, fallecido por COVID-19, con ocasión de la Semana Santa de este año, porque en la del pasado 2020, muchos salieron de vacaciones haciendo caso omiso a las recomendaciones sanitarias que pedían quedarse en casa ante el avance del recién llegado coronavirus a Latinoamérica, proveniente de Europa, los Estados Unidos y Asia.

Pablo Enrique Ulloa Cáceres, un médico de primera línea de atención contra la COVID-19 falleció el año pasado al ser contagiado por un paciente y su hermano, Daniel, quiso generar conciencia con una dura imagen y con fuertes palabras contra todos aquellos que aún siguen sin darle importancia a un virus que continúa dejando una gran estela de muertes.

En redes sociales anotó que “Espero que se hayan tomado bonitas fotos en la playa y las guarden. Esta fue la última foto en vida que vi de mi hermano de mi hermano médico que murió por cuidar de imbéciles como ustedes”.

La publicación ha generado diversas reacciones, ha recibido apoyo, pero también respuestas distintas como “Murió haciendo su trabajo porque así lo decidió”.

En Honduras, la COVID-19 ha dejado una cifra cercana a los 4.800 fallecidos en este país centroamericano de 9 millones de habitantes que reporta 195.000 casos.