Llega a Honduras primer vuelo de Colombia con ayuda para damnificados por Eta
Aterriza el primero de dos vuelos de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) con ayuda humanitaria para apoyar a los más de dos millones de personas que quedaron damnificadas en Honduras por ETA.

Aterriza el primero de dos vuelos de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) con ayuda humanitaria para apoyar a los más de dos millones de personas que quedaron damnificadas en Honduras por ETA.
La Presidencia hondureña indicó en un comunicado que el Hércules C-130 de la FAC aterrizó en la Base Aérea Armando Escalón Espinal, de la ciudad de San Pedro Sula, en el norte del país.
El personal de la Defensa Civil Colombiana, compuesto por 12 funcionarios y 26 voluntarios, fue recibido por la designada presidencial (vicepresidenta) de Honduras, María Antonia Rivera.
Entre el equipo colombiano figuran médicos, auxiliares de enfermería, asistentes prehospitalarios, una sicóloga y un binomio de búsqueda y rescate.
La Presidencia hondureña señaló que el avión traslada equipo de "vanguardia" que incluye un hospital que cuenta con "una unidad para atender a 250 pacientes de baja complejidad y otra área para pacientes sospechosos de covid-19, un puesto de mando unificado, servicio autónomo de agua, electricidad y comunicaciones".
Colombia enviará a Honduras un total de 11,5 toneladas de asistencia humanitaria, según la Presidencia hondureña y la Cancillería colombiana.
La Fuerza Aérea de Colombia trasladará el jueves en un segundo vuelo tres botes de rescate y un vehículo todo terreno. Además, ha dispuesto un helicóptero para realizar operaciones de búsqueda y rescate en Honduras, donde centenares de personas siguen esperando en los techos de sus viviendas ser rescatadas.
Según la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Eta dejó en Honduras al menos 58 muertos y más de 2 millones de personas afectadas por las inundaciones o derrumbes.
Más de 88.000 personas han sido evacuadas y otras 50.000 fueron rescatadas por socorristas de Honduras, El Salvador y Guatemala, con apoyo del Comando Sur de Estados Unidos.
El fenómeno también destruyó miles de hectáreas de cultivos, decenas de viviendas e infraestructura pública en todo el país.