Organismo de vigilancia brasilero rechaza importación de vacuna rusa contra la COVID-19

Desde que Rusia anunció el año pasado contar con una vacuna contra la COVID-19 fueron muchas las voces que se alzaron considerando que el antígeno del gobierno de Vladimir Putin no resultaría eficaz, teniendo en cuenta su aparente corto tiempo de producción y que sus pruebas no garantizarían resultados confiables.

Desde el gobierno ruso se garantizó que el biológico del centenario Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya había superado las pruebas y además había alcanzado óptimos niveles de confiabilidad, razón por la que varias naciones en el mundo decidieron contar con el inmunizante en sus procesos de vacunación.

Varias naciones latinoamericanas como Argentina y México cuentan con la vacuna rusa, pero otros países se han manifestado en contra de esta por no confiar en ella, aunque muchos analistas consideran que esto no es más que una lucha con intereses económicos y también, una pugna política.

En Brasil, país con la tercera afectación más grande por la COVID-19 en el mundo detrás de los Estados Unidos y la India, vive semanas de grandes dificultades por la cantidad enorme de contagios y también de personas fallecidas, los procesos de vacunación se realizan con tropiezos representados en la escasez de biológicos y lentitud en su implementación, por tal razón, la necesidad de contar con más vacunas en apremiante.

A pesar de la urgencia, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) rechazó la importación de la vacuna rusa Sputnik V considerando la falta de datos completos sobre su seguridad, eficacia y calidad, el presidente de la entidad, Antonio Barra, afirmó que hizo “todos los esfuerzos posibles por obtener la documentación”, pero que acceder a ella no fue posible.

El gobierno de Vladimir Putin ha dicho que está dispuesto a entregar toda la información que Brasil requiera para que logre conocer todo lo relacionado con la efectividad de su biológico y así poder contar con la vacuna rusa Sputnik-V.

Las voces que controvierten la decisión del organismo de vigilancia brasilero no se han hecho esperar y consideran que esta decisión no es más que un asunto político que tiene que ver con las posturas del presidente Bolsonaro y su escepticismo frente a la pandemia, sin embargo, el director de la agencia sanitaria brasilera anunció que la decisión de su organismo no tiene nada que ver con insensibilidad, burocracia o falta de respeto por la vida humana.