Por: Sergio Gil • Colombia.com

Colombia tiene a su disposición cinco millones de vacunas Sputnik V, pero Invima no las aprueba

Una empresa colombiana tiene a su disposición más de 5 millones de vacunas, pero Invima pone dificultades para sacarlas al mercado.

Colombia tiene dosis de Sputnik V, pero Invima no las aprueba. Foto: EFE
Colombia tiene dosis de Sputnik V, pero Invima no las aprueba. Foto: EFE

Una empresa colombiana tiene a su disposición más de 5 millones de vacunas, pero Invima pone dificultades para sacarlas al mercado.

Scalpi, una empresa colombiana que se dedica a la manufactura de productos cosméticos cuanta actualmente con más de 5 millones de vacunas para sacar al mercado, pero no ha podido ser posible debido a que Invima no autoriza su comercialización.

Scalpi no encuentra un motivo científico por el cual no han podido empezar a vender las vacunas, pues más de 60 países actualmente están proporcionando estas dosis a sus ciudadanos.

Estas vacunas podrían estar a disposición de las empresas que las soliciten y así poder lograr el retorno progresivo de sus empleados.

Actualmente existe un mercado secundario de reventa de vacunas compuesto por fondos internacionales que invirtieron en el desarrollo de las mismas y por este motivo tienen derecho a adquirirlas, en el caso de Colombia esta empresa es Scalpi.

Esta empresa negoció desde el año 2020, 5.5 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V, con el fondo soberano ruso y son las dosis que ya han ofrecido al menos a 30 empreas privadas.

Andrea Ariza, vicepresidenta financiera de Scalpi explicó que "hay una disponibilidad y que pueda ser cumplida en un periodo entre 4 y 6 semanas". El problema es que las empresas solo pueden aplicar vacunas aprobadas por Invima y la rusa aún no tiene autorización a pesar que los representantes de la embajada de rusa llenaron todas las documentaciones hace meses.

"Nada pasa con esa autorizacion y no entendemos por qué si es una vacuna que está probada en más de 60 países y tiene una eficacia del 92.5%" dijo Ariza.

Por último agrego que "seguramente esta decisión tiene algún ingrediente político, porque no hay explicación científica para no haber aprobado la vacuna".

Uno de los posibles problemas es que el gobierno creó un fondo para responder ante posibles efectos secundarios que se presenten tras la aplicación de las vacunas. Y en el caso de las empresas privadas el gobierno ha sido claro en que no se hará cargo de asumir esta responsabilidad.

Respecto a este tema, Ariza aseguró "ningún privado se puede hacer cargo de efectos secundarios, pues ni siquiera las casas productoras se hacen responsables".

Scalpi ya tiene varias alianzas con grandes empresas están estudiando como se llevaría a cabo la venta de vacunas a empresas pequeñas.