Paso Florentino, la calle de México en donde los automóviles se estrellan todo el tiempo

Uno de los principales problemas de las grandes metrópolis en el mundo está representado en el tráfico de vehículos por sus vías, porque el aumento de la población, supone también un aumento en el número de los automotores y, por consiguiente, una elevación de los accidentes.

Ciudad de México, capital del país del mismo nombre es una de las urbes más pobladas del continente americano y también una de las que más vehículos de combustión posee, haciendo también que esta importante capital sea una de las más contaminadas del mundo.

Una calle de esta ciudad se ha ganado el título de las más peligrosa del país, y quizás del mundo, y no hablamos de asuntos de inseguridad causada por la delincuencia, lo cual también es un problema de las grandes ciudades, sino porque la accidentalidad de vehículos en el lugar no solo es pan de cada día, sino de cada hora.

En la colonia Cebada, el paso Florentino es considerado el más peligroso porque permanentemente existen choques de vehículos debido a la inclinación de la vía, la cual es de 45 grados y hace que fácilmente los conductores pierdan el control de sus automotores y terminen derrapando, estrellándose contra otros autos y hasta con las casas que se encuentran al final de la parte baja de la pendiente.

Los accidentes no solo son protagonizados por conductores de automóviles, es también común que conductores de motocicletas caigan de sus vehículos y vean como estos de deslizan por la empinada calle, que, a pesar de la espectacularidad de los choques y las caídas, hasta el momento no reportan muertes o heridos de gravedad.

La Cebada es una zona popular y bastante concurrida de la Ciudad de México, es el hogar de miles de familia de clase obrera y a minutos de allí se erige la moderna ciudad de edificios elevados y rascacielos.

A pesar de que en varios tramos de la vía se han hecho surcos en el pavimento con el fin de que las llantas de los automóviles tengan mayor agarre o adherencia, esto no funciona por que los accidentes son frecuentes, tanto así que los cruces cuentan en cada esquina con gruesos tubos para contener a los vehículos y evitar que estos terminen sobre las aceras arrollando transeúntes o estrellados contras las viviendas.

De los accidentes no se salva nadie, ni taxistas, repartidores y hasta la misma policía, quienes a diario deben transitar la vía pisando el freno y rogando para no estrellarse o ser estrellados por algún vehículo, un asunto que en días lluviosos se convierte en un problema más grande.