Pelé, el ídolo mundial que logró detener dos guerras civiles en el continente africano

La importancia y el carisma del Rey Pelé no solo trascendía las fronteras, sino también todos los fenómenos fuera de las canchas de fútbol, y aunque en su época de esplendor como deportista no existía el internet, la televisión digital o las redes sociales, el rey era conocido en todo el mundo.

Una de las costumbres del fútbol moderno es que los equipos más famados realicen giras por el mundo, pero el Santos de Brasil ya las hacía para obtener ingresos extra, y en 1969 decidió aceptar la atractiva oferta que Marien Ngouabi, presidente del Congo, hizo al equipo brasileño para realizar juegos de exhibición en su país.

Ngouabi era un militar que se había tomado el poder en el país africano en 1968 con ayuda del Ejército y quería ganarse el favor popular en una nación en guerra entre dos bandos, y cuando llegó Pelé y su equipo, el gran Santos de Brasil, se dispuso de un operativo de seguridad impresionante para evitar que la visita fuera aprovechada por los contrarios al Gobierno para provocar actos de sangre.

Marien Ngouabi logró que las tropas del Movimiento Nacional Revolucionario, leales al depuesto presidente Alphonse Massamba-Débat, pactaran una tregua mientras el equipo brasileño y Pelé se encontraban en la República Democrática del Congo, nombre que el militar golpista había dado a la nación ubicada en África Central.

El Santos de Pelé, que en aquella época era bicampeón mundial, jugó contra la selección nacional de la República Democrática del Congo y en medio de un abarrotado estadio le ganó apretadamente tres goles contra dos.

Segundo tiempo en Nigeria

El Santos y Pelé salieron del Congo y se dirigieron a Nigeria, un país que llevaba dos años sumido en una de las guerras más sangrientas del continente africano con más de 3 millones de muertos, pero para mostrarle al mundo una aparente normalidad imitaron al Congo e invitaron a Pelé, garantizando que las hostilidades entre las tropas del presidente Yakubu Gowon y las de los separatistas que querían fundar la República de Biafra se paralizarían durante tres días.

Aunque era un riesgo para el equipo, la oferta económica y el carisma de Pelé garantizarían el éxito de la misión, el Santos jugó dos partidos y durante 72 horas el fútbol le ganó a la guerra, pero una vez el equipo apodado como ‘peixe’ (pez) abandonó el país, la muerte volvió a marcar goles.

Pelé no paró una guerra, el rey del fútbol logró detener dos, por eso existe desde 1969 un cántico de la torcida del club de Villa Belmiro que dice: “Mi Santos es sensacional / Solo Santos detuvo la guerra / Con Rei Pelé Bi Mundial (Campeón de la Copa Mundo de selecciones e Intercontinental de clubes dos veces) / El mejor equipo de la tierra”.