¿Por qué el 1 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Dactiloscopía?

Las series de televisión norteamericanas nos muestran a un grupo de investigadores y forenses que resuelvan los crímenes más difíciles con un montón de aparatos modernos en un santiamén,
Pero hay que entender que una cosa es la televisión y otra la vida real, aunque las dos comparten algunos principios elementales para la resolución de los casos más oscuros y confirman que no existe el crimen perfecto.
 

Las huellas de nuestros dedos, también conocidas como huellas dactilares son un elemento único de identificación, no es algo que portemos en nuestras carteras, es algo que llevamos en nuestro propio cuerpo y no existen dos iguales.

Todos hemos tenido que poner nuestros dedos en un lector o hemos tenido que entintarlos para plasmarlos en algún documento, generalmente de corte legal. Nuestras huellas digitales nos diferencian de cada uno de los seres humanos y son la base de la investigación criminalística.
 

Muchos crímenes y delitos han logrado resolverse al identificar las huellas digitales plasmadas en un arma u objeto, también ha logrado reconocerse la verdadera identidad de personas que han logrado falsificar sus documentos y hasta su propio aspecto y fisonomía.

La dactiloscopía no es un asunto tan reciente como muchos podrían imaginar, su utilización ha permitido que muchos casos sin resolver hayan logrado determinar culpables y también ha logrado la plena identificación de delincuentes que creyeron poder escapar a las autoridades, ese es el caso de delincuentes internacionales, estafadores y criminales de guerra, entre otros.

Hoy, 1 de septiembre es reconocido como el día Mundial de la Dactiloscopía y todo porque en esa fecha se elaboraron las primeras fichas de dicho procedimiento en el mundo, lo que puede sorprender es que a pesar de que en las películas y en la televisión veamos cómo los investigadores norteamericanos resuelvan los más oscuros crímenes, no fueron ellos los que desarrollaron esta técnica que ya tiene encima más de un siglo.

La dactiloscopía moderna fue desarrollada en Argentina por un croata llamado Juan Vucetich en 1891, este ciudadano nacionalizado argentino, se hizo miembro de la policía de este país y desde allí logró perfeccionar la identificación dactilar, considerándose al país austral como la cuna de la dactiloscopía.

La primera persona condenada por un crimen haciendo uso de la dactiloscopia fue una mujer llamada Francisca Rojas, quien denunció a su vecino por la muerte de sus hijos pequeños, las investigaciones policiales determinaron que una huella ensangrentada en el buzón de la casa pertenecía a la mujer, luego la propia Francisca confesó su crimen.

Hoy existe un gran avance en las investigaciones de criminalística, así como en las forenses, pero son las huellas dactilares el principio de identificación, que a pesar de la tecnología, sigue siendo vigente e infalible.