Colonia Dignidad: La secta cristiana nazi de torturas en Chile

Esta comunidad religiosa se prestó en los años 70 para atormentar y asesinar a los opositores de la dictadura de Augusto Pinochet.

Esta comunidad religiosa se prestó en los años 70 para atormentar y asesinar a los opositores de la dictadura de Augusto Pinochet.

Eran los primeros meses de 1962 y Helmut Schaffrick, acompañado de su esposa y sus siete hijos, se alejaba en barco de una Alemania en ruinas. En el horizonte divisaba un paraíso cristiano donde empezaría una nueva vida junto a otros 300 compatriotas al sur de Chile, donde erigirían una comunidad para ayudar a los más necesitados. La Colonia Dignidad.

Para financiarla, Helmut y su esposa Emi reunieron 30.000 marcos que entregaron a su líder y guía espiritual, Paul Schäfer. Schäfer era casi analfabeto, de contextura pequeña y serias discapacidades físicas. Sólo tenía un pulmón, le faltaba un ojo y también varios metros de intestino. Sin embargo, estaba dotado de un inconmensurable poder de convicción.

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Durante la Segunda Guerra Mundial, Schäfer fue enfermero del ejército nazi. Después, en medio de una Alemania desorientada, empezó a reclutar fieles de las comunidades baptistas. Pronto formó un grupo de devotos seguidores, entre ellos niños de quienes abusaba sexualmente.

Cuando la fiscalía empezó a investigar, Schäfer huyó a Chile con la mayoría de sus adeptos. Unos 90 niños viajaron sin sus padres. Schäfer les dijo que sería una estancia temporal. Así comenzó un infierno que duró casi cincuenta años.

"Vinieron engañados. Pensaban que construirían un sitio donde hacer el bien y vivir como buenos cristianos. Sólo encontraron esclavitud y sufrimiento", explica Horst, uno de los hijos del matrimonio Schaffrick.

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Como las otras familias, Helmut y Emi fueron separados y sus hijos quedaron a cargo de despiadadas institutrices. Los contactos, absolutamente prohibidos, eran duramente castigados. "La familia es algo carnal, una cochinada, lo que verdaderamente importa es la comunidad", predicaba Schäfer.

El infernal sistema de trabajo, los brutales castigos y la implacable vigilancia permitieron a Schäfer erigir una disciplinada microsociedad, regida por un poder absoluto y un dios vengativo. Para quienes nacieron y crecieron en ese universo de horror, la pedofilia, los castigos y la esclavitud eran la única realidad.

Tras el golpe militar de 1973, Schäfer ofreció sus instalaciones a la policía secreta de Augusto Pinochet. Colonia Dignidad se transformó en pieza clave del aparato represor de la dictadura. Alrededor de 350 personas fueron torturadas. Más de un centenar fueron asesinadas y enterradas en algún lugar de la propiedad.

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Cuando el mundo exterior penetró por fin en la comunidad, los colonos quedaron aturdidos. Algunos tenían cincuenta años y nunca habían escuchado hablar de sexo, televisión o dinero. Estaban perdidos. Muchos regresaron a Alemania, otros decidieron quedarse. Hoy, Colonia Dignidad se llama Villa Baviera y se ha reinventado como complejo turístico.

En 2016 los actores Daniel Brühl, Emma Watson y Michael Nyqvist recrearon la historia en la película 'Colonia', estrenada en Alemania, el pasado 18 de febrero.

EFE / Colombia.com