Serbia es uno de los pocos países que ha decidido no imponer sanciones económicas a Rusia

Uno de los pocos países que no ha impuesto sanciones a la Federación de Rusia por su invasión a Ucrania es Serbia, la antigua República de la extinta Yugoslavia, quien fue protagonista de la Guerra de los Balcanes entre 1991 y 2001.

Alexander Vucic, presidente de Serbia condena la doble moral internacional recordando que en 1999 Serbia fue bombardeada por 19 naciones de la OTAN y ahora este organismo militar multinacional se encuentra respaldando a Ucrania.

“Nos cuesta mucho no haber impuesto sanciones a Rusia. Pero si las impusiéramos, iríamos contra nuestro principio de no apoyar sanciones contra nadie porque sabemos por nuestra propia experiencia que las sanciones son inmorales e ineficientes”. Manifestó Vucic a Pink TV.

El primer mandatario de la nación de casi 7 millones de habitantes considera que si pronunciara palabras en contra de Vladimir Putin sería considerado un héroe y todos lo llamaría el mejor demócrata del mundo, el presidente también dijo que prohibir el petróleo y el gas de Rusia significaría paralizar a su país, por eso día a día toma decisiones que beneficien a los ciudadanos de Serbia.

“Están diciendo que soy un traidor. ¿un traidor’. El único país de Europa que no ha impuesto sanciones a Rusia y de un país tan pequeño. Llámenme como quieran, pero la gente ha mostrado lo que piensa”, respondió el mandatario frente a las elecciones de principios de abril en las cuales obtuvo el 58% de la aceptación popular y de los votos.

Luego de los comicios de abril en Serbia, el presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, destacó que los resultados de la votación confirman un amplio apoyo de los ciudadanos serbios a la política de Vucic que “busca solucionar las tareas socioeconómicas actuales y realizar una política exterior independiente”.

Al presidente de Serbia también se le cuestiona por no haber suspendido la conexión aérea con Rusia, la aerolínea nacional Air Serbia mantiene operaciones entre Belgrado, capital serbia y Moscú, capital rusa.

El presidente de Serbia tiene 52 años y mide 1.99 metros, su familia materna es de origen bosnio, mientras que la de su padre es serbia y es un economista perteneciente al Partido Progresista Serbio SNS.

Alexander Vucic ha adelantado un plan para reacomodar la economía de su país y para ello ha tendido que realizar ‘dolorosas’ intervenciones como la privatización de varias compañías con el ánimo de atraer la inversión extranjera.

El mandatario nacido en Belgrado trabaja para lograr que su país sea aceptado dentro de la Unión Europea convencido de que así Serbia podrá alcanzar la prosperidad económica para sus habitantes.