Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

¡Ala carachas! Bogotá es la sexta ciudad más inteligente de América Latina

Cuando se conoce que alguna ciudad colombiana es reconocida por su potencial y avances en uno u otro aspecto, no tardan en aparecer los comentarios regionalistas, en su mayoría malintencionados que siempre buscan desacreditar el logro alcanzado.

Bogotá, llamada también como "La Nevera", es una ciudad que acoge a miles de turistas cada año. Foto: Shutterstock
Bogotá, llamada también como "La Nevera", es una ciudad que acoge a miles de turistas cada año. Foto: Shutterstock

Cuando se conoce que alguna ciudad colombiana es reconocida por su potencial y avances en uno u otro aspecto, no tardan en aparecer los comentarios regionalistas, en su mayoría malintencionados que siempre buscan desacreditar el logro alcanzado.

Debemos ser sinceros y así como se critica también se debe reconocer sin prejuicios y sin la intención de fomentar odios que cuando de ciudades se trata, se caldean los ánimos y generan discordias, esas mismas que inundan de insultos las redes sociales porque siempre aparecen quienes consideran que su ciudad es mejor que otra y quienes pretenden considerar a quien no es su coterráneo como su enemigo.

Bogotá es una metrópoli capital de país emergente (antes se le llamaba país en vías de desarrollo) y como tal, sufre los embates de una gigante población que aunque se quiera negar es muy notoria por la congestión que se presenta en cualquier lugar, a cualquier hora.

El cerro de Monserrate es uno de los sitios turísticos más visitados en Bogotá. Foto. Foto: Shutterstock
El cerro de Monserrate es uno de los sitios turísticos más visitados en Bogotá. Foto. Foto: Shutterstock

También padece unos niveles de pobreza y delincuencia altos debido a que gran parte de su población no cuenta con sus necesidades básicas satisfechas y porque ha sido tradicionalmente el destino de personas desplazadas por la violencia padecida en todas las regiones del país y en los últimos años, de ciudadanos venezolanos que tuvieron que abandonar su nación por la difícil situación económica y social imperante.

"La Nevera:", ese término despectivo impuesto por colombianos de la costa norte que llegaron de visita o para quedarse en la capital, ha sido remplazado por otros como ciudad caótica, sucia, congestionada e insegura. No podemos decir irresponsablemente que Bogotá es un paraíso pero es la gran capital colombiana que no solo recibe sino que ha acogido colombianos y extranjeros de todas las latitudes, credos, razas y pelambres durante décadas.

Vista de uno de los lados de la Casa de Nariño en el centro de la ciudad. Foto: Shutterstock
Vista de uno de los lados de la Casa de Nariño en el centro de la ciudad. Foto: Shutterstock

Pero Bogotá no dista mucho del resto del país en cuanto a problemática en seguridad y desempleo, no es un consuelo pero sí es una realidad. Para muchos una ciudad capital como Bogotá debe tener mejores vías y sistemas de transporte, en eso estamos de acuerdo, pero también merece un mayor sentido de pertenencia de sus habitantes permanentes y temporales porque un alto porcentaje proviene de otros lugares y sea como sea, Bogotá es la ciudad de quien vive en ella sin importar si proviene de Chigorodó, Medellín, Caracas, Mariquita, Cantagallo, Moñitos o Marialabaja.

Es hora de entrar en materia, Bogotá aparece en el sexto lugar en la clasificación latinoamericana de las ciudades más inteligentes según el ICIM, Índice Cities In Motion, del Centro de Globalización y Estrategia del IESE Business School. Según este estudio, Bogotá se ubica por encima de ciudades brasileras tan importantes y reconocidas internacionalmente como Brasilia, Sao Paulo y Río de Janeiro y la ascendente Rosario en Argentina.

Hay que aclarar que dicha inteligencia no tiene que ver con la implementación permanente de tecnología “inteligente” sino con la suma de varios aspectos como dinámica económica, políticas ambientales, cohesión social, movilidad, seguridad, desarrollo urbano, medio ambiente y proyección internacional, entre otros.

Bogotá alcanza elevadas notas en gobernabilidad y proyección internacional y como era de esperarse, se raja en transporte y movilidad. Muchos quieren controvertir este reconocimiento y opacarlo pero debe ser una razón más para trabajar por una Bogotá como se merece, una Bogotá en pleno desarrollo; una ciudad que así como Medellín, sirva de ejemplo para todo el país y sea motivo de orgullo para bogotanos y colombianos.

"Que falta mucho en Bogotá", sí, "que a veces la situación es extremadamente estresante", claro que sí, pero con sus problemas y lunares, Bogotá es una ciudad que se muestra al mundo y es un deber de todos los colombianos mantener la fe por cada uno de los centímetros de nuestro territorio nacional. Porque aunque muchos se quejen, a la nevera todos quieren llegar.

Qué viva la capital nacional y que en una próxima clasificación se pase del sexto al primer puesto.