Esto es lo que se sabe del asesinato de poderoso esmeraldero, Pedro Aguilar, en el norte de Bogotá

En horas de la tarde de este miércoles, 7 de agosto, en Bogotá se registró un nuevo caso de asesinato. Los hechos se registraron en la calle 138 con carrera séptima, cerca al centro comercial Palatino, en el norte de la capital. Y de acuerdo a los datos compartidos por las autoridades, el crimen fue cometido por un francotirador.

En las últimas horas, se conoció que la víctima en esta ocasión es un reconocido esmeraldero, identificado como Juan Sebastián Aguilar, mejor conocido como “Pedro Aguilar” o “Pedro Pechuga”. Según las versiones conocidas, el francotirador habría disparado a Aguilar desde una montaña aledaña.

Un investigador del caso le dio a conocer a EL TIEMPO que el disparo "fue de larga distancia, no a quema-ropa" y que "el asesino estaba en una montaña contigua". Así mismo, se reveló que para ingresar al terreno, uno de los conjuntos más exclusivos de la capital, se deben superar tres anillos de seguridad.

“El hombre fue identificado como Juan Aguilar. A esta hora, un componente destacado de Inteligencia e investigación criminal adelanta las verificaciones, entrevistas y recolecta elementos probatorios y conducentes para dar con la captura de los responsables de este hecho”, señalaron desde la Policía.

¿Quién era Pedro Aguilar?

El empresario de 58 años hacía parte del esquema de seguridad del ya fallecido 'zar' de las esmeraldas, Víctor Carranza Niño, uno de los hombres más ricos y protegidos del país en los años 90, quien además era investigado por nexos con narcoparamilitares.   

De ser el escolta de Carranza Niño, Aguilar pasó a ser accionista de Esmeraldas Santa Rosa S.A. llegando a ser parte de la junta directiva, con esmeralderos de la talla de Jesús Hernando Sánchez Sierra, Carlos Julio Molina Murcia, Jonatan Carranza Vidal, Edwin Molina y Héctor Hugo Rodríguez Daza. 

Aguilar también era dueño de Seguridad Oriental Ltda. Además de tener a su cargo los esquemas de seguridad de varios esmeralderos, obtuvo contratos con entidades como la CAR y el Distrito Capital.  

Fuentes policiales señalan que el atentado estaría relacionado con una disputa mafiosa entre narcotraficantes que tienen fachada de esmeralderos y que intentan lavar activos a través de la cotizada piedra.