Bogotá: Caravana de motos que celebraba Halloween dejó un muerto y un herido

Mientras los colombianos esperaban los resultados de la jornada electoral que se llevó a cabo este 29 de octubre, un gran grupo de motociclistas junto con conductores de vehículos particulares, taxis y mototaxis se congregaron en la noche del domingo en carrera 30 de Bogotá, con el objetivo de celebrar Halloween.

El encuentro, que habría comenzado sobre las 7:00 de la noche, causó un gran trancón en la vía, que terminó obligando a que se realizará el cierre de la carrera 30 desde la calle 45 hasta cerca de la calle 68.

“Se presenta grupo de motociclistas sobre la Av. NQS, frente al estadio El Campín. Se genera afectación total de la calzada sentido S-N. En el punto contamos con Agentes Civiles de Tránsito y Grupo Guía, apoyando la regulación del tráfico en el sector”, fue el reporte preliminar que entregaron desde la Secretaría de Tránsito de Bogotá.

La celebración, marcada por disfraces, música y licor, a pesar de que había ley seca en todo el país, se desarrolló sin contar con la presencia de las autorizaciones distritales, por lo que la falta de control en el evento terminó cobrando la vida de uno de los participantes y dejando varios heridos.

Según detalló el Ojo de la Noche, el inconveniente se presentó en el puente de la calle 92, sentido sur-norte, cuando dos motociclistas chocaron entre sí de frente. Las consecuencias del accidente fueron devastadoras, pues uno de los motociclistas perdió la vida en el lugar, mientras que el otro resultó gravemente herido y tuvo que ser trasladado de emergencia a un centro médico cercano para ser atendido.

Testigos de estos hechos y las autoridades en Bogotá, informaron que los motorizados finalizaron la jornada electoral con una caravana, en donde la gran mayoría iba con disfraces y sin la protección adecuada según las reglas de movilidad.

Algunos habitantes de esta zona de Bogotá se han quejado de las constantes reuniones que realizan los grupos de moteros, según denuncian se ha vuelto una constante en sus vidas el ruido, sin que las autoridades locales hayan logrado controlarla efectivamente.

“Horrible, esto se ha vuelto una cosa de todas las semanas. Son las 10, son las 11, casi medianoche, pólvora, fiesta, bloquean las calles, es imposible dormir; descansar se ha vuelto difícil con ellos”, expresó uno de los vecinos afectados por esta problemática.