Continúan los asesinatos de antiguos miembros de las Farc

Miembros del partido político Farc (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo denuncian que miembros del antiguo grupo guerrillero Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) siguen siendo asesinados en diferentes lugares de la geografía nacional.

El último hecho de violencia contra uno de los antiguos miembros de la desaparecida guerrilla se produjo el pasado viernes 16 de octubre en zona rural de La Uribe en el departamento del Meta, cuando Juan de Jesús Monroy Ayala, conocido como Albeiro Suárez y su escolta fueron baleados, suceso que le produjo la muerte a quien se desempeñaba como promotor de paz en la región.

El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas expresó su preocupación y comunicó su pesar por los hechos y su total rechazo a las acciones de esta clase, además de extender sus condolencias a la familia del promotor de paz y a todo el programa de reincorporación.

Emilio José Archila, Consejero Presidencial para la Estabilización y Consolidación, calificó como una triste noticia el asesinato de Monroy Ayala, pero no menos preocupada se encuentra la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común que considera los asesinatos como una barbarie, pues el número de miembros de la antigua guerrilla asciende a 146 en el actual gobierno de Iván Duque Márquez y de 234 desde que se firmaron los acuerdos de paz y se lograron hacer realidad los programas de reinserción a la vida civil de excombatientes.

La consejería presidencial liderada por Archila tiene la tarea de promover la paz, la seguridad y la reinserción productiva de los antiguos miembros de las Farc en distintos territorios de Colombia, una misión que no ha sido fácil porque no todos los miembros de la extinta guerrilla se deciden por una vida de legalidad.

En octubre de 2018 en la ciudad de Villavicencio, capital del departamento del Meta, y en el marco del taller construyendo país, Jesús Monroy Ayala o Albeiro Suárez, le pidió protección para él y su familia al presidente de la República, Iván Duque y este se comprometió a garantizarla mediante la asignación de escoltas de la UNP, Unidad Nacional de Protección.

Aunque el presidente cumplió, su escolta no fue suficiente para repeler las balas que acabaron con la vida del promotor de paz y que tristemente pasa a engrosar una larga fila de caídos, luego de que la implementación de los acuerdos de paz fuesen un hecho.

Ante tal situación, resulta difícil no recordar lo sucedido con la UP, Unión Patriótica, un grupo político proveniente de los acuerdos de paz entre el gobierno de Belisario Betancur Cuartas y las Farc en el año de 1984. La UP fue casi aniquilada por completo, sistemáticamente fueron asesinados sus miembros en una denominada guerra sucia.