Críticas para el senador Gustavo Bolívar por pedir empleadas de servicio para sostener paraguas a personalidades políticas

Dice el viejo adagio que lluvia recia pronto escampa y de eso sí que saben las redes sociales, porque aquellas cosas que comienzan como una pequeña llovizna puede terminar en una verdadera tormenta, y aunque fuerte, generalmente hace ruido y se acaba rápido.

La última tormenta en la que se vio salpicado el senador Gustavo Bolívar tiene que ver con una publicación en la que critica que miembros de las fuerzas armadas sostengan los paraguas de algunas personalidades políticas como es el caso de la vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez y la esposa del presidente de la República, María Juliana Ruíz.

En una publicación en las redes sociales, Gustavo Bolívar pide respeto para los militares, pues considera que no deben estar sosteniéndole los paraguas a nadie, y para ilustrar su solicitud, muestra a la vicepresidenta Ramírez hablando con total despreocupación y sin usar el tapabocas, mientras a un costado se encuentra su edecán militar, una miembro del ejército, sosteniéndole el bolso.

El asunto no quedó ahí, el senador Bolívar también publicó una fotografía de la esposa del presidente, la primera dama, María Juliana Ruíz en algún evento, en el que una mujer policía le sostiene el paraguas.
Con esas imágenes, el senador atinó a escribir “Respeten a los militares, paguen empleadas del servicio de sus propios bolsillos para estas cosas. Esto es humillante”.

Gustavo Bolívar hacia una petición de respeto para los militares, pero se olvidó de las muchachas de servicio, de hecho, confundió las cosas porque pensó que la polémica se derivaría en discusiones de género, y por eso corrigió con un “O empleados”.

Lo que Bolívar consideró como una llovizna se convirtió en una tormenta con rayos y centellas, porque varias personas le comentaron su infortunado comentario recordándole que las empleadas de servicio no tienen que ser las esclavas de nadie, incluso una lideresa social le recordó que fue empleada de servicio y soportó muchas humillaciones, además las empleadas merecen un trato digno y un salario justo.

El aguacero continuó generando olas de críticas, y como suele suceder en este país polarizado, las discusiones entre petristas y contrarios no se hicieron esperar, además recordaron que en diferentes oportunidades a Gustavo Petro se le vio en entrevistas mientras le sostenían un paraguas, por lo que le pidieron al senador Bolívar no juzgar con doble rasero, debido a que su líder natural consentía estas malas prácticas.