Detenida mujer que golpeaba a su esposo por no hacer a tiempo los oficios domésticos

Dicen que el mundo anda al revés y cada día varios hechos parecen confirmarlo, esa frase según la cual el sexo débil es el femenino ya se encuentra, como se dice coloquialmente en las calles, “mandada a recoger”, porque actualmente las mujeres desempeñan labores tradicionalmente masculinas con mejor resultado, sostienen un hogar sin problemas y se echan al hombro la responsabilidad de criar niños y trabajar a la vez.

En un país machista y en donde infortunadamente la violencia intrafamiliar y el maltrato ejercido por los hombres hacia las mujeres termina en feminicidios con casos de impunidad campantes y ausencia de penas severas, resulta extraño que una mujer haya sido detenida por las autoridades por maltratar a su esposo, cuando lo que parece ser tener más sentido es lo contrario.

Pues, aunque parezca inaudito sucedió, la sede de la Policía de Valledupar vivía un día de rutina en medio del Covid-19, el calor de esta región seca del país hace que la vida transcurra en una parsimonia que en muchos casos provoca bostezos y ganas de siesta y en la estación de policía la situación parecía la misma, sin embargo, la aparente calma fue interrumpida por la presencia de un hombre que se acercó con la cabeza agachada y esbozando un gimoteo.

Cuando los agentes que atienden los casos públicos vieron que el hombre se aproximaba a ellos, ese gimoteo se convirtió en un profundo llanto, los efectivos policiales creyeron que se trataba de una tragedia familiar ocasionada por la violencia que suele enlutar a las familias en esta época del año, pero aunque había violencia en este caso, no se trataba de lo que ellos se imaginaban.

El hombre con un llanto profuso denunció que no soportaba más los abusos y golpes que recibía de su mujer, ¿de su mujer?, preguntó uno de los policías, a lo que el sufrido esposo respondió afirmativamente y aprovechó para entablar una denuncia en su contra por maltrato, ya que su esposa lo golpeaba por no tener la comida a tiempo y no mantener la casa en perfecta limpieza.

A los policías les pareció extraño, pero atendieron su denuncia y el hombre triste pero cansado del abuso decidió no callar más y solicitar ayuda de las autoridades, además estaba harto y exhausto por tanto barrer, trapear, cocinar y brillar ollas, entre otras tantas labores.

En una operación rápida, la mujer fue capturada y se puso en custodia de la Policía Nacional mientras se resuelve su situación.