Si es adicto: El presidente Gustavo Petro confirmó las únicas adicciones en su vida

El excanciller Álvaro Leyva sacudió el mundo de la política en las últimas horas, en las que publicó una carta en la que hacía graves señalamientos en contra del presidente Gustavo Petro. En medio de estas declaraciones, el ex político del actual Gobierno Nacional, comentó que el mandatario tiene una adicción marcada a las drogas, situación que llegó a confirmar al momento de trabajar con este hace algunos meses.

Con estas declaraciones por parte del excanciller Álvaro Leyva, muchos otros políticos comenzaron a atacar a Gustavo Petro, a tal punto que la oposición pidió en reiteradas ocasiones que es necesario que el presidente se haga exámenes médicos. Dicha iniciativa también será presentada como un proyecto de ley, puesto que, estos políticos consideran que se necesitan las garantías necesarias para saber el estado de salud con el que el actual mandatario viene mandando en Colombia.

Al presentarse todas estas críticas y señalamientos en su contra, el presidente Gustavo Petro comenzó a responderle a cada uno de sus críticos en las últimas horas, mostrando una de las caras más serenas y sencillas en los pasados meses. Con el pasar de las horas, ya ha habido tres intervenciones oficiales por parte del mandatario, en la que en cada una ha dejado en claro que la carta publicada por Álvaro Leyva está basada en mentiras y acusaciones sin fundamentos.

Adicto al amor

Durante una de sus recientes intervenciones públicas, el mandatario confirmó que sí tiene adicciones, siendo estas al amor y al Tapa Roja (aguardiente), siendo esta una bebida alcohólica. Sin embargo, en estas mismas declaraciones, comentó que ya no puede tomar alcohol por sus inconvenientes en la salud, por lo que no puede tomar tanto. Asimismo, señaló que sus desapariciones en París como lo comentó Álvaro Leyva, eran para pasar tiempo con su familia, la cual se encuentra en Europa por todo el acoso y amenazas vividas en los meses pasados.

Gustavo Petro comentó “somos adictos al amor, a propósito, lo que pasa es que el escritor ya no puede hacer eso. No puedo emborracharme, desgraciadamente. A mí me gustaba el aguardiente Tapa Roja, me ponen esos tragos y me va ardiendo hasta el alma. Se me volvió pecado estar con mi familia. Por vivir varios de mis hijos y mi madre en el extranjero, por la persecución que sufrimos, tengo muy pocas oportunidades de verla”.