Por: María Andrea Suárez • Colombia.com

Esperanza Gómez defiende su profesión ante la Corte: “quiero que me dejen de discriminar”

"Esperanza Gómez ha sido orgullosamente actriz porno, sí, pero nunca he sido prostituta ni escort", dijo la modelo colombiana, quien interpuso una tutela para recuperar su cuenta de Instagram.

Esperanza Gómez defiende su profesión ante la Corte. Foto: Instagram @soyesperanzagomez
Esperanza Gómez defiende su profesión ante la Corte. Foto: Instagram @soyesperanzagomez

"Esperanza Gómez ha sido orgullosamente actriz porno, sí, pero nunca he sido prostituta ni escort", dijo la modelo colombiana, quien interpuso una tutela para recuperar su cuenta de Instagram.

La modelo Esperanza Gómez expuso las razones que la llevaron a interponer una tutela en contra de las empresas Meta Platforms, Inc., Facebook Colombia S.A.S. por haberle cerrado su cuenta personal de Instagram ante la Corte Constitucional en la mañana de este martes.

De acuerdo con la modelo, la medida fue argumentada porque, supuestamente, infringió las normas comunitarias de Instagram al ofrecer “servicios sexuales” en la red social. Sin embargo, ella indicó que siempre cumplió con las normas legales de la plataforma.

Además, Gómez afirmó que “siempre publicó contenido real apto para todo público, respetó al resto de miembros de la comunidad, no amenazó ni acosó a ninguna persona y siempre usó un lenguaje apropiado”.

Asimismo, en su denuncia se establece que sus publicaciones nunca incluyeron contenido para adultos, “pues contenían fotografías suyas en las que aparecía en ropa interior, así como también lo hacen otras modelos e influencers, a las que no les han desactivado su cuenta”.

En ese sentido, en la audiencia de este martes, Esperanza Gómez reiteró que sus publicaciones no son únicamente sobre temas sexuales o eróticos. “Estuve casi cuatro años sin hacer nada de entretenimiento para adultos y veo que en mayo de 2021 cierran mi cuenta”, dijo.

“Yo antes de ser actriz de entretenimiento para adultos fui modelo de campañas publicitarias como con Bavaria y la Chica Águila, siendo imagen de diferentes marcas de lencería, de ropa deportiva, de moda y belleza, pero Instagram decide encasillarme en la pornografía y Esperanza Gómez no es solamente pornografía”, indicó la modelo ante el alto tribunal.

Asimismo, Gómez insistió en que Instagram le eliminó publicaciones en las que salía en ropa interior, tal y como las suben otras modelos señalando que la red social le censuraba su contenido, mientras que no hacia lo mismo con otras cuentas similares a la suya.

“Me molesta que Instagram empiece a censurar mi contenido, me tildan que siempre hago contenido explícito y ofreciendo servicios sexuales y Esperanza Gómez ha sido orgullosamente actriz porno, sí, pero nunca he sido prostituta ni escort”, indicó.

Yo no soy prostituta y si en algún momento la hubiera ejercido como una fuente de trabajo, me sentiría orgullosa y también exigiría el respeto, la dignidad y el derecho al trabajo”, señaló Gómez, quien pidió que la dejen de discriminar.

“Estoy cansada del acoso, de la persecución porque no es el único perfil que me han cerrado. Yo no soy señores solamente pornografía”, reiteró la modelo Esperanza Gómez ante la Corte Constitucional, tribunal que deberá estudiar sus argumentos.

En ese sentido, la Sala Novena de Revisión señaló que el caso es “novedoso”, porque puede generar impacto sobre muchos otros usuarios de la red social Instagram y está relacionado con un espectro amplio de temas “que van desde el derecho corporativo hasta la libertad de expresión y la igualdad, pasando por la prevención de la explotación sexual y de la trata de personas”.

De acuerdo con el diario El País de España, el fallo de la Corte Constitucional se conocería dentro de 15 días. En el caso de que el proceso resulte a favor de Gómez, Instagram tendría que devolverle su cuenta a la actriz, la cual deberá incluir el número de seguidores que ella poseía y podría pagarle una millonaria indemnización por el perjuicio económico que, según la modelo, sufrió durante un año por culpa de la suspensión de su cuenta.