Ejército colombiano responde con contundencia al ‘mal llamado’ paro armado del ELN en Chocó

Esta semana, el Grupo Armado Organizado ELN anunció a través de un comunicado público el inicio de un “paro armado” de 72 horas en el Chocó, con el objetivo de enfrentar la presencia de estructuras paramilitares en la región y consolidar rutas de narcotráfico, especialmente en áreas como los ríos Dubasa y Catru, y comunidades como Puesto Indio y Santa María de Condoto.

Ante este anuncio, las Fuerzas Militares de Colombia han decidido desplegar más de 3.600 uniformados en el Chocó, con especial atención en la subregión del Baudó para garantizar la seguridad de la población civil y contrarrestar las acciones violentas del ELN . 

El operativo incluye unidades de la Séptima División del Ejército Nacional, la Fuerza Naval del Pacífico y el Comando Aéreo de Combate No. 5, que velarán por la protección de las comunidades y mantendrán la libre movilidad en el territorio. 

Al respecto, el almirante Francisco Cubides, comandante de las Fuerzas Militares, responsabilizó al ELN de cualquier alteración del orden público. “Este constreñimiento a la población civil solo es una demostración de la debilidad de estas estructuras criminales ante la ofensiva sostenida de las Fuerzas Militares”, puntualizó. 

Según información suministrada por el grupo armado, el paro se extenderá hasta el próximo lunes 5 de mayo a las 12:00 a. m. Las fuerzas militares han recomendado a la comunidad del Chocó mantener la calma y resguardarse por seguridad.

Todo parece indicar que el ELN tuvo una primera confrontación con la estructura 'paramilitar' liderada por alias “Piernas Limpias”, el pasado 29 de abril, en inmediaciones del municipio Pie de Pato, Alto Baudó. Tras este enfrentamiento tres personas murieron y otras tres resultaron heridas. 

La situación en el Chocó

Actualmente, la situación de seguridad y orden público en el departamento del Chocó es tan crítica y tensa que empresas de buses intermunicipales se están absteniendo de despachar sus vehículos hacia allí a determinadas horas del día por el miedo a que sean quemados o a otras represalias.

En terminales de transporte de ciudades principales del país como Cali y Medellín, solo están saliendo dos rutas diarias. La otra opción para los viajeros es movilizarse en sus autos particulares, pero no hay garantía suficiente de que puedan llegar a sus casas sanos y salvos, ya que los grupos armados organizan retenes frecuentemente.