Por: Redacción Actualidad • Colombia.com

Inquietud en Popayán porque las vacunas aplicadas tienen un número poco apreciado, el 666

Inquietud en Popayán porque las vacunas aplicadas tienen un número poco apreciado, el 666. La inquietante cifra ha hecho que muchos crean que detrás de la cancelación de la tradicional Semana Santa se esconda la mano del maligno.

La llegada de las 666 vacunas para Popayán fue registrada por varios medios de comunicación de la ciudad. Foto: Twitter @PopayanCO
La llegada de las 666 vacunas para Popayán fue registrada por varios medios de comunicación de la ciudad. Foto: Twitter @PopayanCO

Inquietud en Popayán porque las vacunas aplicadas tienen un número poco apreciado, el 666. La inquietante cifra ha hecho que muchos crean que detrás de la cancelación de la tradicional Semana Santa se esconda la mano del maligno.

Cuando se conoció que el número de vacunas que se aplicarán en el inicio de la vacunación en Popayán, capital del departamento de Cauca serían 666, muchos no pudieron evitar pensar en la cifra que ha sido considerada como los tres números que identifican al demonio.

Popayán, la ciudad blanca, considerada la de mayor fervor religioso en el país, y que gracias a sus famosas y tradicionales procesiones católicas de Semana Santa hacen que su población se olvide de lo mundano y se entregue a la fe, aunque esta será la segunda semana mayor en que por culpa de la pandemia no habrá procesiones ni cantos religiosos que han convertido esta celebración en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Algunas personas mayores, esas que durante décadas han sido fieles a las procesiones y que consideran a la Semana Santa en su ciudad como uno de los acontecimientos más solemnes que se pueden experimentar, además creen que el asunto de la pandemia no es un simple virus, si por segundo año no habrá procesiones de Semana Santa no es pura coincidencia, en esto seguro que el diablo metió la mano, el tridente y la cola.

Son 666 las vacunas que se aplicarán, este es el número que dará inicio a la vacunación en la ciudad de fe y aferrados a un rosario, muchos le piden a Dios que en la erradicación del virus el diablo no meta su mano y la anhelada inmunidad se alcance pronto, para que vuelvan las procesiones, las cofradías y los cargueros.

El alcalde la ciudad, Juan Carlos López, quien ya sufrió los embates de la COVID-19, solo esbozo una sonrisa cuando le preguntaron por tan singular número, mientras tanto, los primeros trabajadores de la salud que conocían el número de vacunas que llegaron a la ciudad, prefirieron alistar su brazo y persignarse para que todo saliera bien.

La primera persona en recibir el biológico fue un hombre de 26 años que trabaja en la primera línea contra la COVID-19 como fisioterapeuta en el Hospital Universitario San José.

Actualmente, la ciudad de Popayán experimenta un descenso en las cifras de contagio y fallecimientos por la COVID-19 y sus habitantes esperan que el 666 no sea más que una anécdota y que prontamente las cifras de contagios y fallecidos sea de cero.