La FAO vigilará que no se continúe con el desperdicio y pérdida de alimentos en el ICBF

Mientras en Colombia millones de personas sufren de hambre, el Gobierno del presidente Gustavo Petro realiza esfuerzos para solucionar este problema que cada vez se agudiza y que en otros gobiernos no se tuvo en cuenta.

Gustavo Petro impartió instrucciones al ministro de Hacienda José Antonio Ocampo para destinar un billón de pesos para el programa Lucha contra el Hambre, pero mientras se logra articular el plan, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la FAO, la Secretaría de Desarrollo Económico, Asoplazas y delgados del DANE sostuvieron una reunión para analizar el manejo de alimentos del ICBF.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), maneja una gran cantidad de alimentos y por ello, desde el 2020 se analiza el desperdicio de alimentos que la entidad genere, por lo que el diseño e implementación de un modelo para la medición y prevención de este es prioritario.

La directora de nutrición del ICBF, Zulma Fonseca, le dijo a Blu Radio que según datos de 2016 se desperdician y desperdician 90 mil toneladas de alimentos. El ICBF tiene compras de más de 50 mil toneladas de cereales, plátanos y tubérculos: 65 mil toneladas de carnes, pollo y huevos; 70 mil toneladas de frutas y verduras, y 70 mil toneladas de lácteos y productos lácteos.

Esta gran cantidad de alimentos es adquirida para alimentar a 1’800.000 niños y niñas de primera infancia en el país, por lo que optimizar esos alimentos y evitar que se desperdicien y se dañen, es prioridad del Gobierno Nacional.

En Colombia cerca de 27 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria, una alarmante cifra revelada por el Banco de Alimentos, y en regiones como el departamento de La Guajira el número de niños que fallecen por desnutrición es elevado.

La FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura será uno de los entes que vigilará que no se desperdicie comida en el ICBF y colaborando en el diseño de sistemas para ello.

Desde el mismo día de su posesión como presidente de la República, Gustavo Petro habló de una lucha frontal contra el hambre impulsando reformas por la soberanía alimentaria y buscando que el Estado brinde créditos, infraestructura, técnicas de cultivo y semillas mejoradas para que el campesino sea protagonista de la potenciación de la producción de alimentos en el país.

Gustavo Petro había manifestado que la situación de hambre y pobreza que se vive actualmente es amoral, y con motivo del deseo del alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, de realizar una válida del campeonato mundial de Fórmula Uno en la capital del Atlántico, el mandatario dijo que antes que competencias de autos hay que resolver el hambre.