Laura Sarabia y el Fondo Nacional de Garantías: ¿un nombramiento bajo sospecha?
Laura Sarabia, ahora en la junta del FNG, enfrenta críticas por supuesta injerencia en el Grupo Bicentenario según audios filtrados.

Laura Sarabia, ahora en la junta del FNG, enfrenta críticas por supuesta injerencia en el Grupo Bicentenario según audios filtrados.
La designación de Laura Sarabia como miembro de la junta directiva del Fondo Nacional de Garantías (FNG) ha desatado una controversia que pone en la mira su rol en el Grupo Bicentenario, un conglomerado financiero estatal. Desde enero de 2025, cuando aún lideraba el Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre).
Sarabia fue incluida en la junta del FNG tras una asamblea extraordinaria convocada por Piedad Muñoz, directora de participaciones estatales del Ministerio de Hacienda. Sin embargo, su nombramiento ha generado críticas debido a su limitada experiencia en temas financieros.
Por otro lado, audios filtrados por W Radio han complicado aún más la situación. En ellos, el asesor jurídico del Grupo Bicentenario, Sebastián Echeverri, asegura que Sarabia y su entonces asesor, Jaime Ramírez, habrían influido en las decisiones de las juntas directivas del conglomerado. De hecho, Echeverri menciona que las instrucciones para manejar estas juntas provenían directamente de Sarabia y Ramírez, lo que ha levantado sospechas sobre posibles irregularidades financieras.
Además, el Grupo Bicentenario, compuesto por 13 entidades financieras, juega un papel clave en la economía colombiana. Entre sus funciones, el FNG se destaca por articular créditos garantizados con más de 190 entidades financieras. A pesar de esto, el nombramiento de Sarabia, quien ahora es canciller, ha sido cuestionado por su aparente falta de idoneidad para asumir responsabilidades en una entidad de este calibre.
Por su parte, Sarabia ha defendido su nombramiento, afirmando que no hay ilegalidad en su participación y que representa al Gobierno, no a la Cancillería, en la junta del FNG. Sin embargo, las grabaciones de Echeverri, que señalan un control absoluto de las juntas por parte de Sarabia y Ramírez, han puesto en duda la transparencia del proceso.
En conclusión, el nombramiento de Laura Sarabia en el FNG ha abierto un debate sobre la gestión de las entidades financieras estatales y la influencia política en sus decisiones. Por ahora, la canciller enfrenta cuestionamientos que podrían marcar un antes y un después en su carrera política.