Movilidad Bogotá: La importante obra al norte de la ciudad que se entregará a final de mes

El sábado 22 de marzo, en pleno proceso de transformación de la movilidad urbana, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, recorrió personalmente la intersección de la avenida Boyacá con la calle 127, en la localidad de Suba, para supervisar las obras que prometen aliviar el tráfico en el noroccidente de la capital.

Durante su recorrido, Galán destacó el avance de la construcción de puentes, enfatizando que estos estarán listos antes de concluir el mes de marzo, gracias al esfuerzo conjunto de un equipo reforzado.

El mandatario subrayó que esta intervención, con una inversión que supera los 292.000 millones de pesos (incluyendo la interventoría), fue concebida para revertir los retrasos que se habían acumulado desde 2021 y que el año pasado representaron un serio desafío para la movilidad de la zona.

“Era fundamental poner en marcha estas mejoras para recuperar la fluidez en una de las arterias más congestionadas de la ciudad”, declaró el alcalde.

En apoyo a esta afirmación, Orlando Molano, director del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), informó que más de 627 trabajadores están dedicados en terreno durante este puente festivo, lo que refuerza la confianza en cumplir con los tiempos establecidos.

La nueva infraestructura comprende dos calzadas de dos carriles mixtos, separadores, senderos peatonales en ambos lados, 54.000 metros cuadrados de espacio público que incluyen zonas verdes y una ciclorruta de 2,1 kilómetros.

Estas ambiciosas obras forma parte de las obras de Valorización, estructuradas a través del Acuerdo 523 de 2013, y que, con un avance superior al 92,3 % a corte del 20 de marzo, evidencia el compromiso de la administración de Bogotá para culminar el proceso de reurbanización.

A pesar de que la entrega de los puentes se proyecta para este mes, Galán aclaró que la totalidad de las mejoras en la intersección, incluyendo labores de conservación en la malla vial de la avenida Boyacá y la calle 127, se extenderá hasta los meses de abril y mayo. De esta forma, se busca no solo resolver el cuello de botella actual, sino también sentar las bases para una movilidad sostenible a largo plazo.

Es importante recordar que, a finales del año pasado, la obra enfrentó serios contratiempos cuando uno de los contratistas, Infercal SAS, incumplió sus compromisos, lo que derivó en la caducidad del contrato y en la necesidad de reestructurar parte de la intervención en diversas localidades de la ciudad. Aun así, tanto la administración como los responsables de la obra se mantienen firmes y optimistas, convencidos de que estas mejoras marcarán un antes y un después en la movilidad de Bogotá.