Por: Luisa Soriano • Colombia.com

Feminicidio en Bogotá: Luego de desaparecida la seguían suplantando para que no fuera buscada

Las autoridades están llevando a cabo una investigación exhaustiva para identificar al responsable de este feminicidio, mientras que su familia y cercanos piden que este hecho no quede impune.

La víctima fue identificada como Adriana Morales, de 29 años, quien había entrado como NN a Medicina Legal. Foto: iStock
La víctima fue identificada como Adriana Morales, de 29 años, quien había entrado como NN a Medicina Legal. Foto: iStock

Las autoridades están llevando a cabo una investigación exhaustiva para identificar al responsable de este feminicidio, mientras que su familia y cercanos piden que este hecho no quede impune.

Adriana Morales, una joven de 29 años, salió de su vivienda en la localidad de Fontibón el pasado lunes 4 de septiembre para encontrarse con su expareja sentimental, lo cual se convertiría en un tema difícil para sus amigos y familiares, pues fue la última vez que la vieron con vida. 

El hallazgo de su cuerpo se dio en cercanías a un caño del barrio Las Palmitas, localidad de Kennedy, de quien no se conocía su paradero desde el pasado 4 de septiembre, cuando se citó con su expareja para hablar sobre la hija de ambos de tres años.

Su cuerpo fue reconocido en la morgue de Medicina Legal de Bogotá y según dictamina el informe forense, la mujer de origen venezolano presentaba al menos 14 heridas con arma blanca en el costado izquierdo de su cuerpo y signos de tortura.

Pero una de las cosas que más ha impactado tanto a la familia como a la actual pareja de la mujer, es que desde el celular de la víctima siguieron enviando mensajes para hacer parecer que estaba viva.

Al día siguiente del encuentro, del celular de Adriana, empezaron a salir unos mensajes de WhatsApp hacia sus allegados, donde informaba que se encontraba bien y que se iba a alejar de todos para rehacer su vida con alguien más. Incluso, la pareja actual de Adriana Morales recibió un mensaje terminando su relación: “Me voy a empezar una nueva vida donde me den el valor que merezco”.

Mientras el suplantador seguía comunicándose con los allegados, sobre las 4 a.m. del 5 de septiembre el cuerpo fue encontrado sin vida por las autoridades, quienes realizaron el levantamiento e ingresaron a Adriana a la morgue de Medicina Legal como N.N.

El no verla y los mensajes recibidos, hicieron que los familiares intensificaran la búsqueda, por lo que llegaron hasta las oficinas de Medicina Legal para reportarla como desaparecida. Pero fue hasta el jueves 7 de septiembre que los familiares descubrieron la realidad que actualmente los agobia. Después de entregar detalles de los hechos, funcionarios de la entidad confirmaron que un cuerpo de iguales características se encontraba en la morgue.

De acuerdo con declaraciones de su pareja, “nos acercamos a Medicina Legal con la finalidad realmente de reportarla como desaparecida más que otra cosa. Cuando di la descripción, me informa la persona que me atendió que había una mujer que había entrado como N.N. el martes en horas de la mañana, que si yo quería ver la foto. La vi y pues lamentablemente era ella”.

Frente a esta información, las autoridades intentan ubicar el paradero del hombre con quien Adriana se vio por última vez. Sin embargo, a través de cámaras de seguridad del sector en el que fue encontrado el cuerpo, pudieron determinar que un vehículo lo arrojó en horas de la madrugada en cercanías al caño, por lo que intentan rastrear las placas del automotor para corroborar si existen más responsables en el asesinato.

En cuanto a las causas de muerte, Morales presentaba varios golpes en su cara y espalda, además de laceraciones con arma cortopunzante en el costado izquierdo de su cuerpo, por lo que los forenses determinaron que el agresor torturó a su víctima hasta quitarle la vida.

Adriana Morales deja a una niña de 3 años, y su familia ha organizado las exequias en medio del dolor y la indignación. La comunidad se une al llamado de justicia para que este trágico incidente no se convierta en otro número en las estadísticas de víctimas de feminicidio en la capital del país.