54 años de cárcel para 4 militares por "falsos positivos"

Una jueza condenó a 54 años de cárcel a cuatro militares de los ocho implicados en el asesinato de dos jóvenes ocurrido en 2008, en el departamento  de Santander, por "falsos positivos".

Una jueza condenó a 54 años de cárcel a cuatro militares de los ocho implicados en el asesinato de dos jóvenes ocurrido en 2008, en el departamento  de Santander, por "falsos positivos".

La medida alcanza al teniente coronel del Ejército Javier Castro Muñoz, que para la fecha era el Comandante del Batallón "Rafael Reyes" con sede en Cimitarra, población en la que ocurrieron los asesinatos.

La jueza tercera del Circuito Especializado de Bucaramanga señaló que también deberán pagar 54 años de cárcel el teniente Eduardo Villani Realpe, el sargento Eduardo Ñiámpira Benavides y el soldado profesional Juan Carlos Álvarez.

De otro lado, el soldado Guillermo Pacheco fue sentenciado a 29 años, mientras que los también soldados profesionales Nelson Ospina Tavarel, Venancio Puente Guapacha y Germán Augusto Oliveros fueron condenados a 28 años de cárcel cada uno.

Las víctimas fueron Andrés Pesca Olaya y Eduardo Garzón Páez, quienes en marzo de 2008 murieron a manos de militares en la vereda Brasilia, de Cimitarra.

Los dos jóvenes fueron reportados por el Ejército como presuntos secuestradores que pretendían retener a un ganadero de la región.

En el fallo, la jueza consideró que los militares "ejecutaron actos atroces que no tenían relación alguna con su servicio".

El miércoles pasado, el coronel del Ejército colombiano Luis Fernando Borja Giraldo admitió haber participado en el homicidio "premeditado" de dos jóvenes en 2007, por lo que un juez de Sincelejo (Sucre, norte) le rebajó la pena de cárcel de 42 a 21 años.

Según la Fiscalía colombiana, quedó probada la responsabilidad de Giraldo, que fue comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta de Sucre, en la muerte de los jóvenes Fabio Alberto Sandoval Feria y Eleonais Manuel González Correa.

Desde mediados de 2008 se iniciaron las denuncias en Colombia de muchísimos casos de desaparecidos o de muertes que a la postre se estableció, fueron ejecuciones extrajudiciales o "falsos positivos".

Se trata de una práctica con la que miembros del Ejército presentaban estas ejecuciones como "bajas en combate" para obtener dádivas y permisos especiales.

Desde ese mismo año se han denunciado unos 2.000 casos en los que hay involucrados 1.487 militares y de ellos casi un centenar han sido sentenciados ya a penas de prisión.

Otra reciente sentencia cobijó al teniente del Ejército Luis Alfonso Tangarife Narváez, que fue condenado a 32 años y tres meses de prisión por los homicidios de dos hermanos, cometidos en el municipio de Concepción, en el departamento de Antioquia (noroeste). EFE