Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

Cante el himno para que lo entienda

El Himno Nacional de la República de Colombia, compuesto por Rafael Wenceslao Núñez y Oreste Sindici, italiano de nacimiento pero afincado desde joven en Bogotá, se canta con toda gana especialmente en partidos de fútbol de la Selección Colombia.

Colombia.com - Actualidad
Colombia.com - Actualidad

El Himno Nacional de la República de Colombia, compuesto por Rafael Wenceslao Núñez y Oreste Sindici, italiano de nacimiento pero afincado desde joven en Bogotá, se canta con toda gana especialmente en partidos de fútbol de la Selección Colombia.

Hay que ser sinceros, la mayoría conocemos y cantamos el coro y alguna estrofa del Himno Nacional de Colombia, y también la mayoría desconocemos que son 11 el total de estrofas que componen este poema que originalmente fue creado como homenaje a la ciudad de Cartagena de Indias.

Rafael Wenceslao Núñez hizo la letra y el italiano Gioacchino Atilio Augusto Oreste Teofisto Melchor Sindici Topai, la música, pero a muchos la letra es justamente la que tiene apartes y términos raros, pues aquí vamos a disipar cualquier duda al respecto.

Dice el coro “Oh gloria inmarcesible” y este término significa inmarchitable, tal como sucede con el poder de los corruptos.

“En surcos de dolores, el bien germina ya”. Surcos son esas hendiduras que se hacen en la tierra con el arado, son el anhelado sueño del campesino colombiano, tener una tierra propia a la cual pueda hacerle surcos. Ojalá el bien germine pronto porque en esta tierra la maldad es bien grande.

El himno nacional también es entonado a 'grito herido' cuando juega la Selección Colombia Femenina. Foto: Luis Plata - Colombia.com

La primera estrofa trae “la libertad sublime”, y sublime significa aquello extraordinariamente bello y que produce emoción como la bella naturaleza colombiana amenazada por la extracción minera y los cultivos ilícitos.

La segunda estrofa habla de la tierra de Colón, lo cierto es que esta no es propiedad exclusiva del genovés porque también es tierra de cuanto extranjero quiera venir especialmente multinacionales de toda índole.

En la tercera estrofa encontramos al Bárbula y con eso el himno se refiere a la batalla ocurrida en esta hacienda venezolana que erigió como héroe al colombiano Atanasio Girardot, la veraniega población cundinamarquesa es llamada así en honor a este prócer de la independencia.

“Pérfida salud” se refiere en la cuarta estrofa y quiere decir desleal y traicionera, si lo ponemos en paralelo con la época actual, es más o menos lo que las EPS le ofrecen a sus usuarios.

En la quinta estrofa Boyacá, ese departamento pujante y cuna de la independencia es mencionado, de allí provienen los mejores ciclistas del país, la cebolla y las almojábanas entre otros productos. En su territorio se libró la batalla que le dio la libertad a la nación.

Foto: Twitter oficial @NairoQuinCo

La sexta estrofa nombra a Bolívar, venezolano padre de la independencia de cinco naciones, también a Junín, batalla del proceso independentista peruano y “epopeya”, conjunto de hazañas realizadas por personajes heroicos. En el país somos testigos de las “hazañas” de nuestros personajes a los que generalmente cobija la impunidad.

Ayacucho encabeza los términos de la séptima estrofa y se refiere a la batalla decisiva en la independencia peruana y que tuvo como protagonista al colombiano José María Córdova. Cuando se menciona “Su expansivo empuje”, el primer término corresponde a aquello que se expande, como las ondas de cuantos petardos han explotado sin autoría confirmada.

Cierra esta séptima estrofa la palabra pabellón, relleno de arepa preparado especialmente por venezolanos en Colombia que buscan ganarse la vida honradamente.

Foto: Canal YouTube AmaruTv

En la octava estrofa tenemos las palabras Ciprés, Losa fría y Alba tez. Con Ciprés se refiere don Rafael a un árbol, Losa fría a las lápidas de las tumbas que en Colombia componen un permanente y productivo sector de la economía y alba tez, alba es la luz del amanecer y tez es superficie facial, tez blanca en la muy mestiza nación colombiana, que pese a ello se muestra racista y xenófoba.

Termópilas, ese término que muchos confunden con las ineficientes termoeléctricas significa en la novena estrofa la referencia a aquella batalla en la que espartanos bloquearon el ingreso de las tropas persas a Grecia y que de alguna manera cambió el mundo, pues evitó una conquista de Europa por parte de este pueblo de oriente.

Se menciona también a la constelación de Cíclopes, esos mitológicos gigantes de un solo ojo quienes eran tercos y violentos, cualquier parecido con nuestros gobernantes es pura coincidencia.

Acercándonos a la décima estrofa tenemos las frases “Lo anima la verdad”, eso que queremos que salga a la luz en tantos casos de violencia y corrupción en Colombia y “Justicia es libertad”, otro anhelo de un pueblo preso de la pobreza y el crimen.

Finalizamos con Nariño: prócer de la independencia colombiana y departamento limítrofe con Ecuador, le sigue Ricaurte, congestionada estación de Transmilenio en Bogotá y héroe del polvorín patriota en San Mateo, Venezuela, que prefirió inmolarse con todo el arsenal independentista antes de que este cayera en manos del ejército realista o chapetón, cuando se dice “En átomos volando” se hace alusión a la explosión que acabó con el polvorín patriota y de paso con la vida de Antonio Ricaurte quien tenía a su cargo dicho arsenal.

Como se puede ver, el Himno Nacional de la República de Colombia es un poema compuesto con términos rimbombantes de antaño pero que son necesarios para conocer el pasado, el presente y el futuro de un país que por ahora solo lo canta junto con los goles de Duván Zapata.