Política

Por: David Ferrer • Colombia.com

Gustavo Petro polariza a Colombia al referirse sobre las marchas: "Las calles ya no son de la gente de bien"

La polémica declaración de Petro sobre las protestas del 23N: ¿Reivindicación social o división política?

Actualización

La polémica declaración de Petro sobre las protestas del 23N: ¿Reivindicación social o división política?

El 23 de noviembre, Colombia vivió una nueva jornada de protestas en varias ciudades, donde miles de ciudadanos salieron a las calles para mostrar su descontento con las políticas del presidente Gustavo Petro.

Las manifestaciones, que se extendieron por Bogotá, Medellín, Barranquilla y otras ciudades, fueron impulsadas por diversas causas, desde la oposición a las reformas hasta la preocupación por la economía y la inseguridad.

Sin embargo, lo que captó la atención no solo fueron las movilizaciones, sino también las palabras de Petro en respuesta a las críticas, cuando aseguró que las calles “ya no son de la mal llamada ‘gente de bien’”.

Un mensaje que divide opiniones

El comentario del presidente en redes sociales desató una ola de reacciones divididas. Para muchos, la declaración de Petro representó una reivindicación de las mayorías históricamente marginadas, un llamado a visibilizar a los más desfavorecidos.

Sin embargo, desde la oposición, se acusó al mandatario de deslegitimar las protestas y de aprovechar el momento para profundizar la polarización. Líderes de oposición como Alejandro Gaviria y Rudolf Hommes hicieron hincapié en que las manifestaciones no solo representaban a un sector político, sino el malestar generalizado por el rumbo del país.

Las calles como símbolo de poder

El término “gente de bien”, históricamente vinculado a las élites del país, reavivó la discusión sobre las tensiones sociales. Para algunos, las palabras de Petro fueron un acto de defensa de los derechos de las clases populares, mientras que para otros, constituyeron una estrategia para descalificar la protesta social. Este contraste reflejó la polarización política que atraviesa al país, con un creciente cuestionamiento sobre el papel del presidente y su manejo de la crisis.

El trasfondo de las marchas

Las protestas del 23N fueron motivadas por una serie de razones, entre las que se incluyen las reformas en salud, medidas económicas y la creciente inseguridad en el país. A pesar de la significativa participación en las marchas, desde el oficialismo se intentó minimizar su impacto, tildándolas de politizadas y de escasa magnitud.

Las palabras de Petro también reavivaron el debate sobre el significado de las calles como escenario de lucha social. Mientras el presidente las reivindica como espacios de cambio y diversidad, sus detractores sostienen que su discurso solo aumenta la polarización en un país que busca consenso. Las protestas del 23N dejaron claro que las calles siguen siendo un campo de disputa simbólica, un termómetro del malestar ciudadano y un terreno de lucha política.