Frontera Verde: una película polaca que denuncia otro flanco de la inmigración
Frontera Verde es una película polaca que denuncia otro flanco de la inmigración en Europa que cree que solo se usa el Mediterráneo por parte de personas de África u Oriente Medio.

Frontera Verde es una película polaca que denuncia otro flanco de la inmigración en Europa que cree que solo se usa el Mediterráneo por parte de personas de África u Oriente Medio.
La inmigración en Europa es uno de los grandes problemas que aquejan al viejo continente y evidencia como grandes grupos de personas buscan huir del hambre, la pobreza y la guerra, un asunto que no es exclusivo de América Latina y su deseo de alcanzar el sueño americano entrando a los Estados Unidos.
Polonia es una de las naciones que más personas recibe en calidad de refugiados y de esta manera visibiliza ante el mundo una realidad desconocida, porque no todos los inmigrantes que buscan Europa desde África y Oriente Medio buscan la ruta del Mediterráneo, un lugar hostil en el que los que buscan un mejor futuro deben enfrentarse a las olas y a los traficantes y asaltantes.
Agnieszka Holland es una directora de cine oriunda de Polonia que en su última película ´Frontera Verde´ pone el dedo en la llaga y muestra al mundo una realidad dura a la que los gobiernos prefieren dar la espalda.
Frontera Verde es la historia de una familia siria que desde Bielorrusia espera llegar a Polonia para embarcarse hasta Suecia, lugar en el que vive uno de sus familiares y en donde esperan encontrar tranquilidad y la posibilidad de un buen futuro alejados de la guerra y la pobreza, pero en la frontera polaca son deportados, acabándose el sueño y convirtiéndose en una pesadilla.
Esta película de la polaca Holland es una denuncia sobre la tragedia que tienen que padecer miles de personas que huyen de la violencia en el mundo y que por su origen, raza, religión y costumbres deben sufrir el rechazo, el odio y hasta las burlas.
"El público verá un lado del mundo en el que vivimos. Las películas están ahí para que la gente comparta experiencias y desarrolle empatía por mundos desconocidos o que les dan miedo, para desactivar esos miedos irracionales y para fomentar un sentimiento que trasciende la experiencia individual", indicó la cineasta polaca en entrevista a la que tuvo acceso El Tiempo.
La polaca está convencida de que la sociedad debe tocar fondo para entender que el único camino que nos queda es de la solidaridad el respeto por las personas.