Ciclismo

¿Cambiarán el recorrido del Giro de Italia? Equipos se manifestaron por el inicio en Bulgaria

El Giro de Italia ya se asoma en el calendario, y como la primera grande del año, merece especial atención respecto a lo que puede ocurrir.

Por: Carlos Guevara • Colombia.com
Egan Bernal será uno de los colombianos que se postula como candidato a correr el próximo Giro de Italia. Foto: EFE
Egan Bernal será uno de los colombianos que se postula como candidato a correr el próximo Giro de Italia. Foto: EFE

El Giro de Italia ya se asoma en el calendario, y como la primera grande del año, merece especial atención respecto a lo que puede ocurrir.

En medio de la expectativa por el inicio de la temporada ciclística, el Giro de Italia 2026 atraviesa un momento delicado que, de manera directa o indirecta, termina tocando a los ciclistas colombianos, debido a la discusión abierta por el arranque de la carrera en Bulgaria, que ha encendido alertas dentro del pelotón, especialmente entre los equipos que ya hacen cuentas finas para una temporada exigente y cargada de compromisos.

La primera grande del año, que iniciará en territorio búlgaro, con tres etapas antes de un largo traslado hacia el sur de Italia, ha generado un choque entre la organización y las escuadras, ya que desde los despachos, la idea apunta a expandir fronteras y proyectar la marca del Giro de Italia; pero desde los camiones de los equipos, la lectura es otra muy distinta, pues los costos logísticos se disparan y los márgenes presupuestales se reducen, casi sin margen de maniobra.

En ese contexto aparecen los colombianos, que, como suele suceder, tienen al Giro de Italia como una de sus principales vitrinas del año. Nombres como Nairo Quintana, Egan Bernal y Einer Rubio, entre otros escarabajos, figuran como probables protagonistas de la primera grande de la temporada. Sin embargo, el ruido económico no es un asunto menor, ya que cualquier ajuste en la planificación puede alterar calendarios, picos de forma y hasta decisiones sobre quiénes viajan y quiénes no.

Los equipos, agrupados en la AIGCP, consideran que la compensación ofrecida por la organización, incluso tras un leve aumento, no cubre el gasto real que implica mover toda la estructura hasta Europa del Este y luego regresar a Italia. Para los ciclistas colombianos, esto se traduce en posibles cambios en la preparación, viajes más largos, menos días de adaptación y una carga adicional de desgaste, algo que no siempre se ve, pero que pesa.

En el caso de corredores como Bernal o Quintana, que suelen apuntar con cuidado sus picos de rendimiento, cualquier alteración logística puede condicionar el arranque de la carrera. No es solo subirse a la bicicleta y competir; hay traslados, recuperación, descanso y adaptación al clima, factores que influyen, y mucho, en las primeras jornadas.

La discusión sigue abierta y el acuerdo definitivo aún no aparece en el horizonte. Si no se alcanza un punto medio, el impacto no será solo administrativo, sino que en la carretera, los colombianos, como tantos otros, podrían verse obligados a afrontar un Giro distinto, con un detalle que, aunque parezca menor, puede marcar diferencias cuando la montaña empiece a hablar.