Chris Froome y la verdad sobre su dopaje en el Tour de Francia

Cuando Chris Froome tomaba el ascenso y lo encaraba con una energía y constancia impresionante, todos pensaron que el tipo se dopaba. ¿Cómo? No se sabía, todo era especulaciones. Que usaba un motor en su bicicleta, que tomaba sustancias prohíbidas, pues creer ese rendimiento era muy difícil. Así que Froome fue acusado, sin pruebas, de dopaje.

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Inclusive, muchos que seguían a Nairo Quintana, entre otros, temían que otro caso 'Amstrong' se presentara con el británico, pero las pruebas no estaban, no habían justificaciones para argumentar que Froome se dopara. Hace poco salieron los resultados de la pruebas anti dopaje del Tour de Francia: “Puedo confirmar que no hubo positivos en el Tour 2016”, aseveró la ASO, empresa encargada de organizar el Tour de Francia.

Esto indica, ya con las pruebas en la mano que nadie se dopó en el Tour de Francia, lo que significa un dato reconfortando en un deporte que tiene un capítulo negro debido al uso indebido de sustancias que ayudan, ilegalmente, a mejorar el rendimiento del ciclista.

Chris Froome, entonces, no puede ser acusado de doping y todo aquello que vemos en las carreras, ascensos, descensos, contrarreloj, ataques y demás, son virtud de un trabajo físico extremo del atleta británico. Un digno rival de Nairo Quintana, que irá, al igual que el colombiano, por el Tour de Francia de 2017. 

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