Un colombiano ganó el Grand Prix de Boxeo de la WBC en Arabia Saudita

En pleno fin de año se llevó a cabo el Grand Prix de Boxeo, con el bolivarense Carlos Utria como protagonista.

Por: Carlos Guevara • Colombia.com
El joven pugilista venció a Mujibillo Tursukov el pasado 20 de diciembre. Foto: Instagram @utria_09
El joven pugilista venció a Mujibillo Tursukov el pasado 20 de diciembre. Foto: Instagram @utria_09

En pleno fin de año se llevó a cabo el Grand Prix de Boxeo, con el bolivarense Carlos Utria como protagonista.

En el panorama del boxeo internacional, donde hace bastante tiempo que no aparecen nombres colombianos en los grandes titulares, comenzó en los últimos días a repetirse uno que invita a seguirle la pista con calma y atención.

Se trata del deportista bolivarense Carlos Utria, un pugilista joven, muy joven, quien con apenas 22 años logró abrirse espacio en un torneo exigente y de alto nivel, organizado nada menos que por el Consejo Mundial de Boxeo.

Carlos Utria, nacido en Soplaviento, Bolívar, se consagró campeón del Grand Prix de Boxeo de peso superligero tras imponerse al uzbeko Mujibillo Tursukov en una final disputada en Arabia Saudita. Para llegar a ese combate definitivo, el colombiano debió superar cinco peleas y al final, las tarjetas de los jueces lo favorecieron de manera unánime y confirmaron que su nombre ya empieza a sonar con fuerza en escenarios mayores.

El combate decisivo dejó huella, no solo por el resultado, sino por las condiciones en las que se dio. Utria reconoció que fue el rival más complejo del torneo, uno que lo llevó al límite físico. Golpes duros, lesiones visibles y un desgaste acumulado que no impidieron que el colombiano se mantuviera firme hasta el último asalto.

Sin embargo, más allá del cinturón en el Grand Prix de Boxeo, el triunfo le abrió puertas importantes. En el entorno del WBC, su nombre empezó a ganar respaldo, en especial por la cercanía que ha construido con Mauricio Sulaimán, presidente del organismo.

Ese apoyo institucional, sumado a la proyección deportiva, lo pone en el radar de promotores internacionales que ya comenzaron a llamar, aunque el entorno del boxeador ha optado por avanzar sin afán y con los pies en la tierra.

Detrás de esta historia también hay un recorrido personal que explica mucho., ya que Utria llegó al boxeo casi por accidente, después de una pelea infantil que terminó en reprimenda y en una decisión familiar: llevarlo a un gimnasio para que aprendiera a defenderse. Allí encontró un lugar, una disciplina y una forma de canalizar su energía. Diez años después, ese niño está invicto, con un récord contundente y un título que lo respalda.

Por ahora, mientras las expectativas crecen, Carlos Utria sigue concentrado en lo esencial, qu es entrenar, aprender y respetar cada paso del proceso, porque entiende que lo que viene apenas está comenzando, a pesar de haberse puesto ya el cinturón del Grand Prix de Boxeo.