Arabia Saudita causa revuelo con la propuesta de un estadio en la punta de un rascacielos para el Mundial 2034

El futuro de la Copa Mundial llega con gran expectativa no solo por el fervor del fútbol, sino también por los avances que genera la ambición por el magno evento para la humanidad. Bajo este contexto, Arabia Saudita vuelve a ser noticia en el mundo deportivo con un proyecto que parece sacado de la ciencia ficción: la construcción de un estadio sobre el techo de un edificio.

El escenario, denominado Estadio Neom, será una de las grandes joyas de la Copa Mundial de la FIFA 2034 y promete convertirse en un ícono arquitectónico y tecnológico del torneo. En las últimas horas, un video generado por inteligencia artificial se volvió viral en redes sociales, mostrando cómo se vería este impresionante recinto que combinará innovación, sostenibilidad y espectáculo en un mismo lugar.

El Estadio Neom no será solo un recinto para partidos de fútbol, sino que hará parte de un ambicioso complejo deportivo integrado a la ciudad futurista conocida como The Line. Esta urbe, que aún se encuentra en etapa de desarrollo, busca transformar la forma en la que se conciben las ciudades: sin autos, sin calles y con un modelo de transporte ultrarrápido de apenas 20 minutos de extremo a extremo.

El diseño incluye dos rascacielos paralelos que acogerán diferentes espacios habitables y comerciales, y en uno de sus techos se levantará este estadio sin precedentes. No obstante, las imágenes que circulan en internet han disparado la expectativa, a pesar de que el proyecto también ha recibido críticas por su costo y viabilidad.

Este innovador estadio se suma a una estrategia más amplia de Arabia Saudita en torno al deporte, particularmente al fútbol. En los últimos años, la liga saudí se ha consolidado como un destino de lujo para figuras internacionales.

Estrellas como Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Sadio Mané militan actualmente en clubes del país, lo que ha reforzado su prestigio a nivel mundial. Incluso futbolistas colombianos han hecho parte de este boom, como es el caso de Jhon Jader Durán, jugador del Al Nassr, quien aunque se encuentra cedido en el Fenerbahce de Turquía, aún pertenece a la escuadra saudí.

La apuesta es clara: más allá de 22 jugadores corriendo detrás de un balón, el fútbol se ha convertido en una herramienta de transformación, influencia y proyección global. Con el Mundial 2034 como meta, Arabia Saudita busca no solo ser anfitrión, sino también redefinir la experiencia del espectáculo deportivo.