Volvió la pesadilla de Juan Pablo Montoya: Michael Schumacher ‘apareció’ luego del GP de Bahréin

En la historia de la Fórmula 1, pocas rivalidades han sido tan intensas y memorables como la que protagonizaron Juan Pablo Montoya y Michael Schumacher a principios de los años 2000. El colombiano, con su estilo agresivo y sin concesiones, desafió al heptacampeón alemán en una época dominada por Ferrari, generando duelos que aún resuenan en la memoria de los aficionados.

Queda en la memoria de los colombianos que Montoya no se intimidaba ante la figura de Schumacher. En palabras del propio piloto colombiano, “cuando Michael venía desde atrás, todos se corrían y lo dejaban pasar, y eso me molestaba mucho”. Esta actitud desafiante lo convirtió en un competidor temido y respetado, capaz de plantarle cara al dominio del piloto alemán.

Uno de los episodios más recordados de esta rivalidad ocurrió en el Gran Premio de Malasia de 2002. En la primera vuelta, Montoya y Schumacher colisionaron, lo que llevó a una penalización para el colombiano. Sin embargo, Schumacher calificó la sanción como “excesiva”, reconociendo la dureza de la decisión. A pesar de la penalización, Montoya logró finalizar en segundo lugar, detrás de su compañero Ralf Schumacher, mientras que Michael completó el podio en tercera posición.

Para los aficionados colombianos, estos enfrentamientos eran eventos imperdibles, incluso si eso significaba trasnochar para ver las carreras en horarios poco convenientes. La presencia de Montoya en la élite del automovilismo mundial despertó una pasión sin precedentes en el país, convirtiendo cada Gran Premio en una cita obligada frente al televisor.

El trágico accidente de esquí que sufrió Schumacher en 2013 lo alejó de la vida pública, sumiendo a sus seguidores en la incertidumbre sobre su estado de salud. Sin embargo, en el Gran Premio de Baréin de 2025, una emotiva señal de su presencia conmovió al mundo del automovilismo.

Durante un homenaje al tricampeón Jackie Stewart, se exhibió un casco firmado por todos los campeones mundiales vivos, incluyendo las iniciales “MS” de Schumacher, plasmadas con la ayuda de su esposa Corinna . Este gesto simbólico reavivó la conexión entre el 'Káiser' y la Fórmula 1, recordando su legado imborrable. 

Aunque Montoya y Schumacher ya no compiten en las pistas, su rivalidad sigue viva en la memoria de quienes vibraron con sus duelos. Cada adelantamiento, cada maniobra audaz y cada enfrentamiento directo entre estos dos titanes del automovilismo permanece como un testimonio de una era dorada de la Fórmula 1.