Terminó el sueño del equipo colombiano en el Rally Dakar
El equipo nacional cumplió seis de las 13 etapas de la competencia y una falla en el auto, el accidente de su camión acompañante y las difíciles dunas de arena terminaron con la odisea.

El equipo nacional cumplió seis de las 13 etapas de la competencia y una falla en el auto, el accidente de su camión acompañante y las difíciles dunas de arena terminaron con la odisea.
La ilusión de Juan Manuel Linares y Camilo Perdomo a bordo del Mitsubishi Pajero número 429 terminó en la sexta etapa del rally Dakar, una de las más complicadas que se disputó entre Iquique y Arica.
El equipo colmbiano, primero en la historia de Colombia en participar en un Dakar, comenzó a vivir dificultades desde la quinta etapa cuando a 15 kilómetros de la meta, intentando pasar una difícil duna de arena obligatoria para los controles, su auto se entrerró y su camión acompañante se volcó.
"A 15 kilómetros de la llegada se oscureció, la arena estaba muy blanda por el calor del día y no pudimos pasar una duna que tenía un punto de control en la cima. Tratamos de pasarla con el camión T4 que llevábamos en competencia, pero este se volcó, por lo que quedamos sin apoyo”, dijo el piloto Juan Manuel Linares.
Con este incidente, ya eran las 7 de la noche y el líder había llegado cerca de las 4 de la tarde, tuvieron que esperar a que amaneciera para intentar sacar el auto de la arena, completando la etapa del jueves (quinta etapa), el viernes en la mañana, horas antes de dar la largada a la sexta etapa.
A pesar de las dificultades y el poco descanso salieron a cumplir la sexta etapa y recorridos 80 kilómetros el embrague del auto se rompió y sin camion acompañante fue imposible su reparación quedando eliminados de la competencia.
“Hicimos 6 etapas de 13, recorrimos miles de kilómetros en todo tipo de terrenos en condiciones extremas. pero con orgullo podemos decirles que dimos lo mejor de nosotros; definitivamente comprobamos que es la competencia de autos más dura del mundo y una experiencia que hay que vivirla para poderla entender”. Concluyó Linares.