El abstencionismo, el enemigo silencioso de las elecciones

A pesar de los resultados históricos como el de Uribe y Mockus, los senadores más votados de la historia de Colombia, el abstencionismo se hizo presente.

Foto: AFP
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A pesar de los resultados históricos como el de Uribe y Mockus, los senadores más votados de la historia de Colombia, el abstencionismo se hizo presente.

Con más del 97% de los votos escrutados, de 36.493.318 personas habilitadas, apenas hubo una participación de 17.445.129 votantes.

Haciendo comparaciones con la contienda legislativa anterior, el abstencionismo es menor, debido a que la cantidad de votantes de este año fue el 47,8 % mientras que en 2014 alcanzó el 43,58%

Sin embargo, se debe tener en cuenta que para 2014, la cifra de personas habilitadas para votar fue de 32.835.856, es decir, 3,6 millones menos que para los comicios legislativos de este año.

En las elecciones de consultas interpartidistas, de las que resultaron ganadores Iván Duque y Gustavo Petro, 9.627.903 colombianos votaron: 6,1 millones por la ‘Gran Consulta por Colombia’, y 3,5 millones por la ‘Inclusión Social para la Paz’, es decir, solo 26,37 % de los votantes pidieron el tarjetón para estos comicios, teniendo en cuenta que solo se podía votar por uno.

Sumado a los que no votaron, se adiciona una cifra considerable de votos nulos y votos no marcados. En esta oportunidad hubo 2.750.301 votos nulos y 1.392.274 votos no marcados, mientras que para las consultas los sufragios anulados alcanzaron la cifra de 136.012 y 193.220 sin ninguna marca.

La abstención en elecciones colombianas es una realidad que no se ha podido disuadir, por más que las autoridades intenten combatirla, por ejemplo, en los últimos años, las menos votadas fueron las del plebiscito para aprobar o rechazar los acuerdos de paz entre el Gobierno y la exguerrilla de las Farc, reflejando una ausencia de electores superior al 62 %.

Esta realidad refleja la apatía de los colombianos a la hora de participar en política por diferentes motivos, algunos deciden no sufragar por sentimientos de indignación, otros no estar de acuerdo con las opciones que estén presentes o simplemente por el desinterés de votar por representantes de organismos que estén en tela de juicio ante la opinión pública, y un ejemplo de ello es el Congreso.

Para finalizar, este 11 de marzo quedó demostrado que aunque el abstencionismo fue menor, casi la mitad de los colombianos no acudió a las urnas.

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