Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

Rodrigo Arenas Betancourt, gigante de la historia artística colombiana

Rodrigo Arenas Betancourt, es un gigante de la historia artística colombiana, aunque se fue hace 25 años, el escultor antioqueño plasmó en sus obras rígidas a un país de espíritu activo.

Rodrigo Arenas Betancourt nació un 23 de octubre de 1919 en Fredonia, Antioquia y murió en Medellín en 1995. Foto: Facebook Rodrigo Arenas Betancourt/Mi Fredonia
Rodrigo Arenas Betancourt nació un 23 de octubre de 1919 en Fredonia, Antioquia y murió en Medellín en 1995. Foto: Facebook Rodrigo Arenas Betancourt/Mi Fredonia

Rodrigo Arenas Betancourt, es un gigante de la historia artística colombiana, aunque se fue hace 25 años, el escultor antioqueño plasmó en sus obras rígidas a un país de espíritu activo.

Cuando se pide un solo término para definir a Rodrigo Arenas Betancourt, gigante es lo más adecuado, y no se trata exclusivamente por la grandeza de su obra, esculturas monumentales que adornan la geografía nacional, sino por el tamaño de su ser como hombre, antioqueño, colombiano, artista, padre y amigo.

El carisma y la personalidad de uno de los más importantes escultores de la historia de Colombia fue inmenso en un hombre que se encargó con sus obras de representar la magnitud de la raza de un país que aún no se atrevía a descubrir.

@leohercar

El Monumento a La Raza, d...

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Rodrigo Arenas Betancourt plasmó en sus creaciones a una Colombia representada en sus héroes, en sus gestas, en sus sueños y en sus elementos propios, que, aunque variados, han conformado siempre nuestra forma de ser y nos han determinado como pueblo.

Arenas Betancourt nació en una vereda del municipio de Fredonia en el departamento de Antioquia y sus padres, dos campesinos que labraban la tierra mientras elevaban plegarias al cielo, fueron testigos de cómo un muchachito nacido para las labores del campo pintaba desnudos de mujeres con un talento reservado para las gentes de ciudad y no para montañeros de nacimiento, cuerpo y espíritu.

Ese muchachito nacido un 23 de octubre de 1919 se convertiría en una destacada figura del arte nacional, que, dibujando, esculpiendo y también escribiendo, se ganó un lugar dorado en la historia de Colombia, pero también en la de sus entrañables amigos y familiares que destacaron su sencillez y su calidad como artista y su inmensidad como ser humano.

Como las montañas antioqueñas han sido una fábrica de sacerdotes, Rodrigo parecía haber sido tocado por el cielo para figurar en el seminario, y claro que lo hizo, pero no por su vocación religiosa sino por su inquietud por un mundo retratado en sus dibujos y un deseo enorme por los placeres no reservados para los de sotana.

No esculpió el maestro una vida de cura, pero en cambio, la existencia le dio la oportunidad de acercarse al arte para quedarse sumergido en él, y ahogado en inspiración salió a flote y puso al arte colombiano en una orilla que el mundo pudo conocer.

El Bolívar desnudo en Pereira no es una obra del centro de una plaza, es la muestra de un padre de la patria muy humano, que entre empeloto, libre y asustado escapa de sus victimarios en la conspiración septembrina y cabalga raudo al frente de la victoria.

@EsMemorable

"El Bolívar Desnudo" (Per...

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En el monumento a los Lanceros del Pantano de Vargas inmortalizó a los 8 colombianos y 7 venezolanos que en imposible gesta abrieron el camino de la libertad y que, al estilo de Rondón, salvó la patria de un país que solo rendía homenajes a aristócratas y falsos héroes.

@MuseosColombia

Monumento a los "14 Lance...

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Arenas Betancourt y sus obras de bronce, acero, hierro y cemento se encuentran más vivas que nunca en ciudades de Colombia como Armenia, Barranquilla, Bogotá, Ciénaga, Manizales, Medellín, Neiva, Paipa, Pereira, Rionegro, Roldanillo, San Benito Abad, Santa Rosa de Osos, Valledupar y Villavicencio.
En territorio mexicano se destacan sus obras de Ciudad de México, Cuernavaca y Puebla.

A 101 años de su natalici...

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Arenas Betancourt se fue de este mundo hace un cuarto de siglo, pero su obra y su legado como artista y como colombiano se mantienen firmes como sus esculturas, unos monumentos que nunca se mantuvieron quietos ni detenidos en el tiempo.