Margarita Rosa de Francisco rompe el silencio sobre dura enfermedad que enfrenta desde la adolescencia

Margarita Rosa de Francisco es reconocida como uno de los personajes más famosos del país, hace algunos años logró catapultar su carrera debido al notable talento y belleza que desbordaba con sus papeles en la pantalla chica, logró protagonizar importantes producciones como  Gallito Ramírez, La caponera y, sobre todo, Café con aroma de mujer.

Tras darse a conocer comenzó ya más madura con el rol de presentadora, destacando especialmente en las primeras temporadas de El Desafío, de Caracol Televisión, en donde estuvo por varios años presumiendo de un físico atlético y envidiable.

Según información tomada de Infobae, tras su alejamiento del medio para concentrarse en estudiar a fondo y escribir, la vallecaucana ha dado mucho más de que hablar en los últimos años por expresar de forma pública su posición política.

Justamente en la promoción de su más reciente obra literaria, Margarita va sola, la colombiana fue invitada al programa mexicano Ventaneando de TV Azteca. Allí sorprendió a los televidentes al revelar que desde que era muy joven ha tenido que vivir con una enfermedad que afecta su vida, en su adolescencia se le diagnosticó escoliosis, una desviación en su columna vertebral.

Margarita reveló que viene luchando con la enfermedad desde entonces y se tuvo que someter a una cirugía para lidiar con ella. “Primero tuvieron que atornillarme la columna, entonces yo no tengo movilidad en mi columna, estoy como si me hubiera tragado un palo de escoba. Entonces eso como que me hace sentir presa en mi propio cuerpo. Ha sido como un camino para aprender a aceptar esa inmovilidad en mi cuerpo”, manifestó.

Igualmente, Margarita mencionó una cicatriz que le quedó como resultado de esa cirugía, la cual ha compartido anteriormente con sus seguidores en redes sociales. En este sentido, señaló que no tiene ningún complejo al respecto: “Con la cicatriz nunca tuve problema, me sentía hasta orgullosa, porque es una cicatriz larguísima”, admitió.

Lo que sí es cierto es que la recuperación no fue tan fácil y durante el postoperatorio tuvo que usar un yeso en el torso por nueve meses y tras completarlos, los médicos se lo quitaron y allí inició un proceso para adaptarse a su nueva situación. “Había perdido 9 meses de entrenamiento, casi un año. Empecé otra vez a construir mi cuerpo y desde ahí nunca paré”, relató.

Además, durante varios años ella se ha mostrado orgullosa de su cuerpo, sus arrugas y hasta su cicatriz, por lo que quiso comentar sobre los filtros: “Me impresiona por lo que veo en TikTok...Yo no puedo juzgar a las mujeres que hacen eso porque yo también lo he hecho. A cada mujer le va llegando su momento de desprenderse o decir: que venga lo que venga, no me importa”.