‘Polilla’ tuvo que dar el paso más difícil: desconectar a la ‘Gorda’ Fabiola
Polilla estuvo en una situación en la que pocos soportarían estar, desconectar al amor de su vida, La Gorda Fabiola.
Polilla estuvo en una situación en la que pocos soportarían estar, desconectar al amor de su vida, La Gorda Fabiola.
Fabiola Posada, más conocida como la 'Gorda Fabiola' en el mundo del entretenimiento, en especial del humor, donde se dio a conocer gracias a Sábados Felices, falleció este 19 de septiembre después de haber pasado varios días en el hospital, sin embargo, hasta ahora se conoció la causa que llevó a este fatídico desenlace.
En un comienzo se comenzó a especular que tal vez fue por la cantidad de problemas de salud que sufrió durante toda su vida, pues lamentablemente 4 infartos sacudieron su realidad e incluso estuvo en coma inducido en el 2018. Ahora bien, según se supo todo se dio porque la comediante tuvo una inflamación de sus piernas.
Ahora la “reina de la risa” está siendo despedida en el Concejo de Bogotá, lugar donde hace unos años ocupó un cargo. Gran cantidad de colombianos han decidido reunirse para rendirle un homenaje a aquella persona que marcó su infancia y juventud y que los llenó de un buen humor.
Ahora bien, es doloroso creer que en algún momento debas tomar la decisión de dejar ir al amor de tu vida, sin embargo, según, La Kalle, lamentablemente si fue la decisión a la que el humorista se vio frente a frente, pues tuvo que firmar un documento donde autorizaba que desconectaran a su esposa de la máquina que la mantenía con vida.
Según contó César Corredor, también humorista a Noticias Caracol sobre lo súltimos minutos de la recordada figura del entretenimiento, “se despidió de ella y le colocó la canción con la que se conocieron, la de ‘Me gustas tanto’, de Mickey Taveras, le sobó los pies, que era lo que le gustaba, que le hicieran masajes, y después de sonarle la canción en el celular, prácticamente a los 3 minutos falleció”, sin duda una desgarradora situación para el humorista, pues al fin y al cabo el que sufre es el que se queda.